Pellegrini asume los mandos para la 20-21
El club verdiblanco oficializa la llegada del chileno
Manuel Pellegrini será el encargado de dirigir los designios del Betis a partir de la próxima temporada. El club verdiblanco hizo oficial la ya prevista llegada del chileno al banquillo para liderar un proyecto que tiene como máximo objetivo encontrar el camino a Europa. No lo logró Rubi en un curso para el olvido y lo logró a medias Quique Setién en sus dos campañas en Heliópolis. El club deposita ahora todas sus esperanzas en la figura de Pellegrini y lo hace mediante un contrato de tres temporadas. Todo un aval para el ex de Real Madrid y Manchester City a la hora de tomar todos los mandos del equipo verdiblanco.
“Es un ganador nato y tiene mucho liderazgo”, esbozó ayer Alexis Trujillo, actual técnico del equipo hasta el cierre de curso y uno de los encargados de tomar decisiones en el área deportiva. En el club se transmite un mensaje claro: no hubo dudas a la hora de elegir al dueño del banquillo para la campaña 2020-2021. Hay varios focos sobre los que el Betis apoya su elección: la experiencia de Pellegrini en el manejo de los vestuarios es una realidad y en Heliópolis impera la necesidad de que haya más autoridad tras dos cursos seguidos bajo un hilo de rendimiento muy alejado de las expectativas.
“Es un entrenador que ha conseguido muy buenos logros y no sólo en clubes de gran nivel, sino también en clubes de nivel medio”, explicó el propio Alexis. En este sentido, la mirada se dirige a la gran labor que tuvo el chileno a los mandos del Villarreal y del Málaga. Su peso en el Betis le entregará también voz en la planificación deportiva, una circunstancia sobre la que la entidad trabaja para que llegue una figura de la confianza del técnico y que tenga cercanía constante con la plantilla. Un rol de director deportivo que no parecía presente en este curso pese a que el vicepresidente José Miguel López Catalán era el principal encargado de dirigir esta parcela. Antonio Cordón es el hombre que se maneja desde los despachos del Betis para ocupar ese rol: ya trabajó con éxito junto a Pellegrini en el Villarreal.
Confianza El técnico firma hasta 2023 y se espera a un director deportivo
En Can Perico, sede de la resistencia, al final del túnel también habrá fuegos artificiales
Alexis seguirá entrenando al equipo hasta final de temporada, pero Pellegrini ya trabaja en un proyecto que también sufrirá una pequeña revolución a nivel de plantilla. Se reencontrará con Joaquín, al que ya tuvo en Málaga, y asumirá el enésimo desafío del Betis de conseguir el ansiado crecimiento deportivo.
Ha tenido que descender el Espanyol a Segunda para que el mundo se dé cuenta de que lleva 85 temporadas en la élite, 26 de ellas consecutivas desde el último ascenso, sólo superados por Real Madrid, Barça, Athletic y, a partir de ahora, también el Valencia, con quien compartía sólo cuatro temporadas en la categoría de plata, mejor que las seis del Atleti, muy por encima, entre otros, del hoy poderoso Sevilla.
Pierde el Espanyol, por supuesto, fundador de la Liga, cuatro veces campeón de Copa y dos veces finalista europeo, un histórico que pasó siempre más inadvertido que los demás, quizá por no poder alcanzar nunca el título de Liga, tal vez por no acabar de ser nunca profeta en su propia tierra, donde los poderes mediáticos y fácticos siempre acabaron mirando para otro lado. Pero con este descenso, lamentable y merecido, con sintonía de Morricone, pierden también el fútbol español y la gran Barcelona: quedamos sin un derbi en la ciudad de los prodigios, otra magnífica ocasión de ofrecer color y diversidad al mundo.
e abre ahora un abismo ante los pericos para recobrar la categoría. Será duro, será largo, será muchas veces feo (como bien saben otros clubes de tronío que han penado sin ascender), y será mejor ser conscientes desde ya de que el reto de volver a ver un derbi barcelonés en Primera va a ser dificilísimo. La esperanza de un retorno inmediato no es incompatible con el realismo: la nueva categoría, esa Segunda que se parece más a la España real que LaLiga de las estrellas, merece un respeto que hay que afrontar con la paciencia que 42 jornadas requieren.
MSantener la ilusión es el primer reto. Sin saberlo, los ultras del Barcelona, uno de esos grupúsculos a los que el sustantivo gente les viene muy grande, avivaron en el último derbi la llama de la rivalidad que tanto desprecian y encendieron una luz de esperanza pirotécnica para el Espanyol en sus horas más bajas. En Can Perico, sede de la resistencia, al final del túnel de la Segunda División, más tarde o más temprano, también habrá fuegos artificiales.