La nueva normalidad del ciclismo
Zamora pone en práctica las primeras medidas de seguridad antipandemia en el retorno del pelotón en España
estricto cumplimiento: doble vallado para separar al público de los corredores, distanciamiento social, uso obligatorio de mascarillas (menos en carrera), desinfección, toma de temperatura y nada de papeleo. Así, el control de firmas se sustituyó por el láser que calcula la temperatura corporal, que daba el visto bueno a todos los integrantes de la caravana. Las licencias se tramitaron online. Y todos los voluntarios y organizadores recibieron un curso preparatorio para prevenir contagios.
Con los ciclistas amateurs en acción, el turno de los profesionales llegará el 23 de julio, para las mujeres, y el 28 de julio, para los hombres. Ellas arrancarán en las Clásicas de Navarra, ellos en la Vuelta Burgos. Con el salto de categoría aumentarán las precauciones y exigencias. De cara a Burgos se requerirán dos análisis negativos previos a entrar en la burbuja de la cita. Las propias escuadras ya han efectuado test PCR y serológicos a sus plantillas y cuerpos técnicos. El Movistar, concentrado en Andorra con sus tres jefes, Valverde, Mas y Soler, impondrá controles incluso a invitados, patrocinadores y medios. Viajarán por carretera en la medida de lo posible. Las chicas telefónicas, igual.
Caja Rural, Burgos y Euskaltel iban a empezar en Portugal este fin de semana y habían diseñado las burbujas de aislamiento requeridas por la Unión Ciclista Internacional (UCI), con dos bloques separados de corredores y auxiliares para Burgos y el Torres Vedras-Agostinho, que se suspendió por un caso positivo. “Es lo que toca en estos tiempos, esperemos que no ocurra nada y que todo vaya bien dentro de los límites de esta nueva normalidad”, concluye Marcos Moral, el máximo responsable de la Vuelta a Burgos.
World Tour El Movistar ya ha hecho test PCR y serológicos a sus staffs y plantillas