AS (Las Palmas)

Ocupó el lugar del ‘7’: aportó el 33% de los goles del año pasado

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La Liga 34 del Real Madrid será la Liga del coronaviru­s, del capitán Ramos marcando goles de todas las formas y colores, de un Courtois que levantó un muro frente a la portería blanca... y de Benzema, el hombre-gol del campeón liguero. Sin alcanzar las cotas de Cristiano, el francés convirtió sus goles en oro para el Madrid: 21 tantos de 70 que ha anotado el equipo blanco; el Barcelona (86 dianas) rentabiliz­ó peor su mayor arsenal.

Benzema acabó la Liga como segundo máximo goleador del torneo, sólo superado por las 25 dianas de Messi. Aportó el 30% de los goles que anotó el Madrid, superando por poco la influencia porcentual del argentino en el eterno rival (29%).

Tras la marcha de Cristiano, Benzema supo recoger el guante: ya el curso pasado anotó el 33% de los tantos en Liga del Madrid. Messi se lleva la pugna final por el Pichichi, que apuntaló con un doblete en Vitoria, pero los goles de Benzema pesaron más en el camino hacia el título.

Para empezar, cuatro de los 21 goles de Karim fueron a equipos del Top-5 de la tabla clasificat­oria: dos al Villarreal, uno al Atlético y otro al Sevilla. Otros siete, a equipos en el tramo entre el sexto y el décimo puesto. Y los otros diez, a contrincan­tes de la mitad inferior de la tabla. Es decir, once goles a los diez mejor colocados y diez a los diez que peor destino han sufrido en este campeonato. El Valencia, con tres goles, ha sido el equipo más castigado por Benzema: uno en Mestalla y dos en el Di Stéfano (el segundo, una obra de arte en forma de control-sombrero y voleón de zurda).

Esa proporción, en Messi, es opuesta: sólo cinco goles a equipos de la mitad alta de la clasificac­ión y 20 a los de la baja. El Eibar, con cinco goles, y el Mallorca, con cuatro, han sido los equipos más castigados por el argentino, que de la parte elevada de la tabla sólo le ha hecho dos al Atleti y uno al

■ Luis Fernández, exjugador y exentrenad­or franco-español bien conocido en nuestro país por haber dirigido a Athletic, Espanyol y Betis, es también una voz influyente en Francia, sobre todo tras su paso por Radio Montecarlo, donde presentó el programa Luis Attaque durante 13 años. En su reciente paso por El Larguero de la Cadena SER, soltó su opinión sobre Benzema: “Si el Madrid gana también la Champions, Benzema puede ganar el Balón de Oro”; días

Sevilla. Benzema marcó menos, pero repartió más sus goles: perforó las porterías de 14 rivales; Messi, de 12.

Puntos. Los goles de Benzema no sólo han dañado a rivales más peligrosos que los de Messi; también han supuesto más beneficios para el casillero de puntos del Real Madrid. Sin los tantos de Karim, la cuenta blanca descenderí­a en 16 puntos; sin los de Leo, la del Barça caería en 11. Curiosamen­te, ambos equipos quedarían igualados con 71 puntos. Benzema, en muchos después, France Football informaba de que el galardón este año quedará desierto, al entender que hay poco que premiar en este fútbol en tiempos de coronaviru­s. El propio Florentino ya había deslizado esa idea tras la victoria blanca en LaLiga: “Debería ser Balón de Oro, no he visto a ningún jugador mejor que él ni este año ni el pasado”.

Todo dependería de la Champions, en la que el Madrid tiene ante sí la difícil papeleta de remontar un 1-2 ante sentidos, fue el factor diferencia­l para el Madrid en el camino para levantar el 34º título de Liga, ya fuese con goles que valieron puntos (como aquel cabezazo en el Pizjuán, 0-1) o con asistencia­s (ocho ha dado en total; algunas, como la de Cornellà, pura fantasía).

Queda claro que la ausencia de Cristiano le ha dado a Benzema un peso especial en el ataque y ahora es la primera alternativ­a blanca. El curso pasado, el primero desde que Cristiano se fue a la Juventus, los goles de Benzema le valieron al Madrid 14 puntos, algo que ya había logrado en la 201516, entonces compartien­do vestuario con el genio de Madeira. Aquella fue su Liga más sembrada: 24 goles anotó.

Queda por ver de qué es capaz en la Champions, torneo en el que hasta ahora sus números son competente­s: cuatro goles y dos asistencia­s en siete partidos. El torneo continenta­l es territorio bien conocido para Benzema: es el cuarto goleador histórico, con 64 tantos, sólo por debajo de Raúl, Messi y Cristiano. En LaLiga, su promedio de goles es de 0,48 por encuentro; en la Champions, sobre el papel más exigente, eleva ese promedio a 0,54.

Cristiano

Rivales Hizo 11 dianas a equipos de la mitad alta de la tabla; Messi, 5

el City en Mánchester. Pero Benzema se presentaba ante su mejor oportunida­d para pelear el Balón de Oro, un premio individual en el que, si bien siempre le ha considerad­o uno de los mejores del mundo (ha estado entre los finalistas nueve veces, incluso jugando en el Lyon), nunca ha estado entre los mejores puntuados: su mejor clasificac­ión llegó en 2014, cuando acabó 16º, con menos de un 1% de los votos totales. Este año, el Balón de Oro tenía otra pinta para Karim.

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Benzema posa junto al avión privado en el que despegó el pasado lunes para disfrutar de su semana de vacaciones.

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