Las canchas de las franquicias van a ser centros de voto el 3-N
con los trece trece equipos que siguen en la burbuja de Disney World.
De esas conversaciones han salido unos compromisos que incluyen la creación de una coalición para la justicia social. Y, entre otras medidas que pretenden marcar ya diferencias en la práctica, el compromiso de que todos los pabellones que son propiedad de las franquicias se conviertan en centros de voto accesibles y seguros desde el punto de vista sanitario de cara a las elecciones generales del 3 de noviembre. La dificultad para ejercer el derecho a voto en las comunidades afroamericanas es uno de los objetivos que quieren combatir los jugadores de la NBA.
Otras franquicias, como los Mavericks, han anunciado también sus propios planes de acción, una movilización por la igualdad que quiere ir más allá de los eslóganes y los gestos simbólicos. Eso era lo que buscaban unos jugadores que han pasado unos días duros de los que salen más unidos, tal y como aseguró el presidente del sindicato, Chris Paul: “No había vivido nada así. Lo que estamos haciendo con nuestra Liga es muy grande. La gente está cansada. No físicamente, sino de ver que sucede lo mismo una y otra vez. Nos duele ver que siempre pasa lo mismo y que se supone que nos tiene que parecer bien porque ganamos mucho dinero”. Satisfechos por lo conseguido tras su órdago a la Liga, hoy vuelven a jugar. Balón al aire.
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