La Real no quiere dejar los deberes para el final
Januzaj llega a los cien partidos como txuri-urdin
Es un consejo muy típico de nuestras madres. O de las abuelas. Para qué vas dejar algo para mañana cuando lo puedes hacer hoy. Tendrá que aplicarse el cuento la Real esta noche contra el Rijeka. No conviene aguardar a la última jornada para superar la fase de grupos; puede dejarlo ya finiquitado. Así evita sustos de última hora, que jugarse los cuartos en un escenario como San Paolo, el día que estrena su nueva denominación de Estadio Diego Armando Maradona, no pinta nada recomendable.
Así que para evitar males mayores, conviene que haga lo que está en su mano, y eso pasa por ganar sí o sí al Rijeka croata en Anoeta. Y luego ya se verá qué hace el AZ Alkmaar. Lograr la clasificación matemática para la siguiente fase de esta Europa League a falta de una jornada, teniendo en cuenta la dificultad del grupo que le había tocado, sería algo a tener muy en cuenta. Volver a contar con Silva es garantía de éxito para conseguirlo.
La Real estará clasificada si gana al Rijeka en Anoeta y si el Nápoles hace lo propio con el AZ Alkmaar en el AFAS Stadion. No parece una combinación muy descabellada. Los donostiarras reciben al colista del grupo, un equipo croata que no ha sumado ni un solo punto y que está ya eliminado, confirmando su condición de cenicienta. Y los holandeses reciben al líder del grupo, el todopoderoso Nápoles que va de menos a más, mostrando que su candidatura a luchar por la competición no era un farol.
Elustondo causa baja, por dos fracturas costales. El Rijeka está sin Kulenovic, Smolcic y Cerin, jugadores de peso. Y Januzaj alcanza 100 partidos con la Real, el decimoquinto extranjero que lo logra en Donostia.