Cien años y diez medallas olímpicas
Agnes Keleti, la decana de los oros en Juegos
El pasado es pasado. Hablemos del futuro”. Agnes Keleti nació el 9 de enero de 1921 en Budapest en el seno de una familia de origen judío y acaba de cumplir 100 años, lo que la convierte en la campeona olímpica más veterana. En su casa aún conserva 9 de las diez medallas olímpicas, entre ellas cinco de oro, que ganó entre los JJ OO de Helsinki de 1952 y Melbourne 1956. ¿La décima? Se la dejó a un periodista y nunca la devolvió.
“Me encantaba la gimnasia porque era posible viajar gratis”, afirma Keleti que en Helsinki 52 ganó el oro en el ejercicio de suelo, la plata por equipos y el bronce en asimétricas y en aparatos por equipo. Cuatro medallas a las que unió en Melbourne otras seis: cuatro de oro individuales (suelo, asimétricas, barra de equilibrio y aparatos por equipo) y dos de plata (general individual y equipos).
Risa contagiosa, vitalidad desbordante, ganas de vivir... y un pasado duro. Sobrevivió al Holocausto nazi escapando del campo de exterminio de Auschwitz (donde su padre y sus tíos fueron asesinados) con identidad falsa. Tras la Segunda Guerra Mundial pudo por fin demostrar su talento en el deporte que practicó desde los cuatro años, pese a ‘debutar’ en los Juegos con más de 30 años.
“Las medallas no son significativas, sino las experiencias. Estudié idiomas y vi el mundo”, recuerda con ilusión Keleti, que bromea: “Me siento bien, el secreto es no mirarse al espejo”. Talentosa violoncelista se mudó a Israel en 1957 (regresó a Budapest en 2015) para enseñar gimnasia a los niños, por eso aprovecha para abrir un debate:
“Los ejercicios duros de gimnasia dañan el desarrollo de los niños. No deben comenzar tan temprano. Son sus mentes las que deben desarrollarse primero, no sus cuerpos”.
Agnes que prefiere “escalar montañas a ver la tele” se quita mérito por lo conseguido: “¿Destaqué?. Hice lo que pude. Valió la pena hacer algo bueno en la vida por la atención que recibí. Me da escalofríos ver todos los artículos escritos sobre mí”. Ahora ha cumplido 100 años y sólo espera seguir disfrutando de sus pequeñas cosas aunque el mundo la vea como una heroína: “Felices 100 a la campeona olímpica de mayor edad. Tu historia es inspiradora”, la felicitaba el COI en ‘Twitter’.