Tres partidos para un doblete en Bilbao
Marcelino maneja bien el discurso apropiado para cada ocasión. Admitió en su presentación en Bilbao que cuando dijo, en su etapa en
Vila-real, que los árbitros favorecían al
Athletic lo hacía por las clásicas triquiñuelas de los entrenadores para librar de presión a su gente y jugar ese otro partido de las salas de Prensa. El típico movimiento ajeno al césped. Ahora, reposadamente, admite que hará los mismo desde el prisma rojiblanco. Su idea ha calado en Bilbao: hay dos partidos para un título. Se asoman equipos irreductibles como Madrid, Barça y Real, sí, pero pocas veces se habrán visto los leones tan cerca, a centímetros, de levantar una copa. Y añadiría un peldaño más en ese desafío: tres encuentros para levantar un doblete. Porque la Copa aplazada, menudo error mayúsculo, por cierto, podría añadir en abril ese doble honor en el corto espacio de cuatro meses. Y si se pone uno a soñar, ¿por qué no pensar en el torneo del KO de este año también?
El Madrid no es el rival que más aliente el optimismo en el Botxo. Hay que acabar con una racha horrenda de 11 partidos sin ganar al equipo merengue. Desde el 7 de marzo de 2015, nada. Fue un cabezazo de Aduriz el que logró aquella gesta. Ya no está Aritz, pero ese año fue el del último título en San Mamés, precisamente una Supercopa. ¿Por qué no soñar con que el ciclo de Supercopas y victorias ante los blancos se renueva cada seis años? Vamos tras ello.