NO LE QUITAN LA AMARILLA

Si no fuera una final, seguramente nadie se plantearía que Leo jugara el domingo”. Así de claro se muestran dentro del vestuario del Barça cuando se pregunta por el estado físico de Messi. El jugador estuvo ayer media hora con los médicos del club en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí q. El argentino tiene problemas en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Algunas fuentes apuntaban a una elongación, lesión que en condiciones normales supondría unos diez días fuera de los terrenos de juego.

Sin embargo, Messi aún no ha tirado la toalla de manera definitiva. Menos al tratarse de una final y ante la posibilidad de levantar un título. El delantero tiene previsto entrar en la convocatoria este viernes y viajar con la expedición a Sevilla con el reto de hacer una última prueba el mismo día del partido, en la sesión de activación, para comprobar sus sensaciones. Si son positivas, el jugador podría estar incluso en el once inicial.

En cualquier caso, en el seno del club son a día de hoy bastante pesimistas, al tratarse de un músculo (los isquiotibiales-) que tiene un alto índice de recaídas. De ahí que en los servicios médicos son más partidarios de no forzar al jugador para evitar males mayores,

El Comité de Apelación de la RFEF ratificó ayer la sentencia emitida por el Comité de Competición el pasado 2 de diciembre, en la que sancionaba a Leo Messi con la correspondiente amonestación (la amarilla que le mostró el colegiado) y una multa de 600 euros al jugador y 180 más al club. Messi vio la amarilla por mostrar una camiseta de Newell’s después de marcar un gol y quitarse la blaugrana para homenajear a Maradona, que había muerto el día anterior.