España reacciona
Los Hispanos ganan a Túnez ● Pasan como líderes y con tres puntos a la segunda fase ● Gonzalo y Fernández lucen
Los grandes equipos, en los momentos de crisis, cuando sienten la presión en el cogote, reaccionan como lo hizo ayer España, que lleva disputando finales desde el primer encuentro del Mundial, pero que ante Túnez era una definitiva para no acabar antes de tiempo. Victoria, 36-30 (17-14), líder de grupo y con tres puntos a la segunda fase, mejoría del juego, y dos nombres propios por encima de todos, Gonzalo Pérez en la portería y Ángel Fernández en el extremo, con Rubén Marchán de excelente noticia por lo que significa.
Gonzalo aportó 18 paradas. Destaca con regularidad en el Barça y en la Selección desde hace años, con lo cual no es noticia, aunque en la primera parte su éxito obtenía poco beneficio, porque España se fue al descanso con la misma ventaja que en todos los partidos: tres goles. Ángel Fernández es letal cuando le dan balones, y es un extremo eléctrico, que se desdobla, un seguro: 10 goles de 13 tiros, los dos últimos fallos fueron seguidos y al final de su actuación. Y Rubén Marchán, porque se necesita un pivote poderoso para que las defensas no salgan a los tiradores, y en la primera parte le llegaron cinco balones, y los cinco fueron tantos, lo que permite soñar.
No se puede decir que la Selección firmase un partido excelso, no, pero sí que va mejorando, y que la crisis parcial ya le dura menos: cuando llegó a los cinco tantos en la segunda parte, diferencia que le atasca, porque tanto Brasil como Polonia remontaron desde ahí, pues ayer igual, pero el cortocircuito duró menos, y se enderezó sin agobios,
El 6-0 defensivo español, para evitar los uno contra uno de los tunecinos, fue irregular porque Darmoul, como ya se sabía, fintó y penetró, y marcó, y generó complicaciones. Como se controló a Sanai, disminuyó el peligro, aunque no se evitó la aparición sorpresa que siempre intentaba Jaballah en el pivote.
Otro debe a mejorar es que España sufriese dos exclusiones por errores de cambios.
Eso no pasaba en los últimos tiempos. Ahí se nota el punto de ritmo que aún falta. Y otro aspecto a mejorar, las pérdidas de balones, excesivas para Álex Dujsebaev, que creó mucho juego aunque en otro partido no podría permitirse tanto riesgo en su generosidad de buscar al compañero.