España contra Sagosen
El mejor jugador actual es la referencia de Noruega y quiere acabar en los cuartos con 23 años de victorias de los Hispanos
EI cruce de cuartos ya está aquí. En otro tiempo era casi perverso para los intereses españoles. Ahora, como bicampeones de Europa, existe un plus de tranquilidad aunque enfrente va a estar la doble subcampeona mundial y una de las favoritas, la Noruega de Sander Sagosen (20:30, TDP), uno de los mejores del mundo en su puesto de central o como lateral izquierdo en la primera línea.
Sagosen jugó los últimos tres años en el PSG, y lleva cuatro meses en el Kiel alemán, con el que ha conquistado la Champions. Viran Morros, compañero del noruego en París, señala que “en este momento es el mejor jugador del mundo”, pero el defensor español no se queda sólo en este prodigio: “Porque Noruega es más que un jugador, y tiene talento y calidad en todas sus posiciones, y por algo está entre las selecciones de élite en el momento actual”.
Desde el lunes en Noruega se recuerda que hace 23 años que no se gana a España, con un bagaje de 16 derrotas y un empate en estos años. Ni una victoria. Sagosen decía que “España tiene uno de los mejores equipos de la actualidad, pero ahora Noruega tiene las armas para contrarrestar a los españoles”.
Jordi Ribera, el seleccionador nacional, destacó ayer al rival de esta tarde, lo completo que es: “Con una primera línea con mucho lanzamiento, y con Sagosen creando siempre superioridades en el ataque. Además, es un equipo que corre los sesenta minutos, que no da respiro”. Pero no es curarse en salud, porque Jordi ve a sus jugadores “con hambre, con ganas de hacerlo bien, con intención de disfrutar y seguir yendo de menos a más”.
Una ventaja de los nórdicos es que han tenido un día más de descanso que España, aunque también es cierto que Sagosen está siendo exprimido en ataque y en defensa, y que sus únicos descansos son los minutos que se pierde por las exclusiones. Otro aspecto que puede notar el equipo de Berge, el técnico, es el estado del capitán y pivote Myrhol, con problemas en el hombro y no tan eficaz como en las dos ediciones anteriores.
Es el partido más señalado de los cuartos de final porque una de las favoritas se volverá a casa sin premio.