Reinier Llegó en enero de 2020... sin plaza y para jugar en el Castilla
una asistencia. El pasado verano cerró su cesión al Dortmund, por dos temporadas, aunque las cosas no le van como él esperaba: sólo ha jugado 136 minutos y estudió la posibilidad de cambiar de aires, pero finalmente se quedó para pelear el puesto, aprovechando la salida de Favre y la llegada de un nuevo entrenador, Edin Terzic.
Las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 han tenido bastante que ver en esta tendencia a la congelación por parte del Madrid en el mercado. El pasado verano sólo llegó una cara nueva al equipo, la de Odegaard, de vuelta tras su cesión en la Real Sociedad; las circunstancias le han llevado a solicitar la salida al Arsenal, ante la falta de confianza por parte de Zizou. Pese a las apreturas económicas, el Madrid logró cerrar el ejercicio 2019-20 con un beneficio de 313.000 euros y con 125 millones en la caja a 30 de junio del pasado año. Un flujo de tesorería, eso sí, que ya se habrá esfumado, dedicado al pago de los salarios de la plantilla, con la que se está negociando hombre a hombre un recorte de sueldos. No en vano, el Madrid anticipa en su presupuesto para la 2020-21 unas pérdidas de 91,1 millones…
Y en el horizonte asoma la reforma del Bernabéu, para la que el club se ha endeudado por 575 millones (mínimo). Un proyecto con el que aspira a llevar los ingresos, cuando los aficionados vuelvan al campo, hasta los mil millones por temporada. No empezará a devolver el préstamo hasta junio de 2023; a partir de entonces, y hasta 2049, el club partirá cada verano con el compromiso de abonar 29,5 millones a JP Morgan y Bank of America. Una cantidad con la que el Madrid no podrá contar para volver a la senda de los fichajes, un camino que ya no transita, cuando a principios de siglo fue el responsable de liderarlo con las grandes operaciones de Figo, Zidane, Ronaldo…