Lo de Cristiano se gastó en traer a Hazard...

La mejor manera de entender la penosa decisión deportiva de malvender a Cristiano a la Juve por solo 100 millones de euros (¡lo mismo que pagamos por Hazard!) es cogerte el vídeo de los 450 goles materializados por el portugués en sus nueve años en el Bernabéu.

Es un deleite para la vista. De tacón, de espuela, de cabeza, de chilena (¡Turín sigue aplaudiendo su obra de arte!), desde 35 metros (el Martillo de Thor conquistó Pamplona), de falta directa, de penalti, de vaselina... Todo un muestrario inagotable que te deja, literalmente, con la boca abierta. Hemos gozado mucho con sus 450 goles y sus consiguientes conquistas colectivas (4 Champions, 2 Ligas, 3 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa, 2 Copas del Rey y 2 Supercopas de España) e individuales (4 Balones de Oro, 2 The Best, 3 Jugador del Año UEFA, 3 Botas de Oro, 3 Pichichis, 4 Trofeos como Máximo Goleador de la Champions...).

Todo eso se lo regaló el Madrid a la Juve en el esplendor de un deportista que ya es LEYENDA, con mayúsculas. Todos sus logros actuales (y los que quedan) están engrandeciendo la imagen de la Vecchia Signora. Y empobreciendo de paso la de mi amado Real Madrid, que durante nueve años se sintió indestructible a la sombra de un futbolista colosal para el que no existe la palabra ‘límites’. Jamás podré olvidarle. Jamás entenderé su marcha...