Mi querido Marcelino
El técnico asturiano ha caído de pie en Bilbao y es muy añorado en Valencia ● Pulso para mirar a la parte alta
Athletic y Valencia están unidos ahora mismo por algo más que un pasado glorioso. Por Marcelino. Don Marcelino García Toral. El técnico de Villaviciosa ha llegado con una varita mágica a Bilbao. En un mes ha logrado un título, el de la Supercopa; tiene pendientes unas semifinales de Copa; y se ha encontrado con una final de este torneo, gestionada por su antecesor, Garitano. Es decir, que San Mamés sueña con un triplete. De locos. Y Valencia, por su parte, añora al entrenador que le ha llevado al último título. La trituradora de Peter Lim acabó con su pizarra.
El preparador de Villaviciosa aparca la nostalgia, aunque seguro que le anima cierto espíritu de revancha contra el dirigente que le enseñó la puerta tras ganar una Copa, un trofeo que, en palabras suyas, le ordenaron tirar. Athletic y Valencia no están para rendir homenajes a un entrenador, sino para sumar y ampliar distancias con el descenso, porque la soga aún aprieta. Eso sí, el que gane incluso podría echar un ojo a la zona europea.
Al Athletic ese reto le parece casi menor, con el fregado que tiene estos días. El jueves le espera el primer partido de semifinales de Copa ante el Levante, y la combinación con el desgaste de hace tres días ante el Betis recomienda muchos cambios. Raúl García y Unai Simón fueron los héroes en el Villamarín. El primero es el líder de esta escalada a los cielos, de la mano con Muniain. Pero el excolchonero está sancionado hoy y el capitán anda de baja. Villalibre también tiene molestias y Williams es el único delantero disponible tras la salida de Kodro a Valladolid.
El Valencia llega al reencuentro con Marcelino reforzado por los resultados: sólo ha perdido uno de los últimos cinco partidos ligueros. Además, al fin hay caras nuevas. El centro de la defensa flaqueaba, ya que son bajas Mangala y Diakhaby. Gracia sólo tenía a Paulista y Guillamón, pero ahora también al recién fichado Ferro. Gameiro también debilita la vanguardia, aunque cuenta con delantero nuevo: Cutrone.