Una factura por la Copa
El Athletic, sin sus artistas y cansado, se atasca ● El Valencia suma un importante punto ante Marcelino
Athletic y Valencia merodearon por el triunfo y firmaron unas tablas que dan por buenas. A los leones se les puso de cara el partido sin merecerlo y pudieron sentenciar, pero perdonaron la vida al rival. Llevan semanas de frenesí y por eso tuvieron una tarde muy decepcionante, así que el punto les sabe bien. En ataque no hubo ni la intensidad, ni la concentración, ni el acierto de otras tardes marcelinianas. Hicieron mucho esfuerzo para llevarse poquita cosa. Hombre, la factura de la Copa es costosa. Los artistas Muniain, Raúl y Villalibre estaban en la grada. No pudo Marcelino doblegar a su querido Valencia. Está preocupado porque su Athletic no acaba de dejar la meta a cero. Su antiguo equipo se encontró con el mazazo de un gol en propia puerta, pero se rehízo, se revolvió valiente y hasta olfateó la victoria, pero se quedó a medio camino. Tampoco le amarga el punto, desde luego. Eso sí, uno se quedó sin un triunfo que veía posible tras un regalo y el otro, sin la remontada.
Esta vez sí se cumplió el guión de un encuentro táctico, no como ante el Getafe dos semanas atrás. El Valencia quería un ritmo bajo, apostaba por almacenar gente en medio y esperar que Vencedor tiritara para lanzarse al abordaje de Unai Simón. La transición, al inicio con Guedes y más tarde con Thierry, fue chispeante.
Y a los leones tampoco les iba mal esa estrategia, habida cuenta de las bajas y la apretada agenda que llevan desde que comieron las uvas allá por la Nochevieja.
Los che tiraban de conducción y profundidad, y eran los que llegaban al área, aunque con tímidos remates de Maxi. El Athletic ganó en agresividad defensiva según avanzaban los minutos, pero las piezas por delante estaban paradas, como si hiciera tiempo que no se veían las caras y se hubieran olvidado de cómo conjuntarse. El problema es que en el banquillo no había nada que mejorase ese secarral ofensivo, por culpa de las bajas.
Un contraataque de libro, muy de Marcelino, puso el 1-0. Simón sacó rápido para Morcillo, que centró raso y marcó en propia puerta Guillamón. En el arranque del segundo tiempo pudieron sentenciar los locales, pero perdonaron la vida al enemigo y lo pagaron. Paulista empató tras un córner.
Igualada Guillamón marca en propia puerta y Paulista empata en un córner