El City ofendió con su oferta por Koundé

Hubo un tiempo no muy lejano, en la que la afición sevillista sabía que tenía al mejor jugador del mundo en su puesto a su servicio. Se llamaba Daniel Alves y forjó su leyenda en Nervión antes de hacer las maletas rumbo a Barcelona. Ahora, ocurre lo mismo, pero el relevo del bueno de Alves lo ha tomado un chaval de 22 años que responde al nombre de Jules Koundé y que va a ser en el mundo del fútbol lo que le dé la gana. También podría pedir el Sevilla lo que le diera la gana por él de no existir ese invento llamado cláusula de rescisión, que fluctúa entre los 80 y 90 millones en el caso del francés, calderilla a la vista de lo que es capaz.

Lo que sí se puede hacer sin ningún temor es calificar de insulto los 55 millones que quiso poner por Koundé el Manchester City el pasado verano. También cabría preguntarse cómo tiene el Sevilla en sus filas a uno de los mejores centrales del mundo y el Barcelona, no. Esas cuestiones las tendrán que analizar otros mientras que el sevillismo se relame. Sólo está hecho la mitad del trabajo pero la final que tan borrosa se veía tras el sorteo se ha aclarado. Y de qué manera. Siempre de frente, siempre empujando, como Koundé en su carrera en pos de la portería de Ter Stegen.

Siempre con el orgullo que destila Rakitic cada vez que se pone la camiseta con el dorsal de su amigo José Antonio Reyes. El Sevilla mira a la cara a los grandes. Y más en la Copa del Rey.

Esta equipo invita a soñar.