Ramos El defensa, que no jugó el domingo en Georgia, cumplió ayer 35 años
internacionales de Luis Enrique metan la pierna incluso antes de tomar el túnel de vestuarios de La Cartuja. Fue allí donde hace cuatro meses España brindó un auténtico recital ante Alemania (60). Ese estadio es un buen augurio como también tierra del alma para Ramos. El de Camas sólo jugó 45 minutos ante Grecia y ni siquiera saltó al césped en Tiflis. Es de entender la cautela del seleccionador con el madridista, que debe entrar poco a poco en juego tras la lesión de rodilla que le tuvo KO varias semanas. Sergio cumplía ayer 35 años y el mejor regalo (mejor que una tartita) es sumar hoy tres puntos con los que reincorporarse feliz al trabajo en ese Real Madrid al que el inicio de abril reserva emociones fuertes: doble duelo con el Liverpool en Champions y el Clásico.
La otra alegría debería tener el rostro de Gerard
Moreno. Una contractura en los isquiotibiales nos ha privado del máximo goleador nacional de LaLiga. Ayer se entrenó con normalidad y podría formar de inicio. Mientras, es de esperar que Dani Olmo, una pieza clave en esta segunda etapa de Luis Enrique en la Selección, vuelva a ser titular. En Tiflis no lo fue, pero su gol salvador en el 92' parece haberle hecho merecedor de un puesto en el once al igual que en las portadas de los periódicos.
El suizo Bernard Challandes confía en que el inédito duelo con España sirva para acelerar el rodaje de la selección de Kosovo en el concierto internacional. El ranking FIFA la sitúa
117ª (entre Sierra Leona y Nueva Zelanda), pero no debe pasar inadvertido que el pasado miércoles goleaba (4-0) a Lituania en partido amistoso. “Aunque seamos un equipo pequeño, tendremos más oportunidades de ganar si tenemos el balón; para mí, especular con un 1-0 o jugar al contraataque no es fútbol”,
Kosovo La Roja nunca jugó contra un rival que es el 117º del ranking FIFA
dice Challandes. Es de elogiar esa filosofía, la de pretender ganarse el sello del buen fútbol para una selección cuya historia en la FIFA echó a rodar en 2016.
Bernard Berisha se cae del once al ser expulsado en la derrota ante Suecia (0-3), mientras que Amir Rrahmani es una baja sensible en defensa, donde la selección no anda sobrada de efectivos. Vedat Muriqi, del Lazio, es el gran lobo en este equipo trufado de jugadores que hacen carrera en el exterior. Como Milot Rashica, medio del Werder Bremen, Bersant Celina, centrocampista del Dijon, o Arbër Zeneli, extremo del Stade Reims que en el amistoso contra Lituania firmó un doblete. Lo dicho, no hay que fiarse. Son balcánicos y ya se sabe cómo se les da a los balcánicos con un balón en los pies (Modric), en las manos (Doncic) o incluso en el agua (Serbia y Croacia disputaron la última final olímpica de waterpolo).