El ‘toque’ de Zidane a Asensio funciona
■ Zidane le mandó el mensaje y Marco Asensio lo captó al vuelo. Fue suplente contra el Elche, la Atalanta y el Celta de manera consecutiva después de haber amontonado doce titularidades, un toque de atención en toda regla de entrenador a pupilo. Ahora, el balear parece otro. El 2-0 al Eibar confirmó la resurrección de la temporada de Asensio con un gol, otro anulado y un balón al larguero que le traen dividendos al técnico madridista: Benzema ha dejado de estar solo. Entre Karim y el balear han hecho los últimos ocho goles en juego del Madrid (entre medias ‘se coló’ el tanto de penalti de Ramos a la Atalanta). Aparecen el Liverpool y el Clásico y el gol blanco ha dejado de ser monopolio forzoso de Benzema. Asensio comparte esa carga justo cuando más se necesita.
”Me alegro por Marco, este gol le dará energía”. Si Zidane hablaba así tras el partido del sábado es porque estaba más que satisfecho con el cambio. Asensio recogió el guante y se autoespoleó. Aprovechó desde el banquillo minutos de relleno en el 3-1 a los italianos con el último gol, en el 84’, casi lo mismo que hizo días después cuando amarró el 1-3 en Balaídos en el 94’. Estímulos que Zidane tuvo muy en cuenta.
Asensio navegaba al alza y además contra el Eibar tenía un plus de motivación íntimo. Cuando superó a Dmitrovic, esta vez la celebración al cielo no fue en memoria de su madre, fue para su amona (abuela) paterna, fallecida la semana pasada. La famosa mochila de piedras a la que se refería Ramos hace un par de años estaba siendo demasiado pesada para el nuevo 11 madridista. Se vio en partidos como el derbi, el 2-0 al Getafe y el 1-2 al Huesca, donde Asensio fue titular y ni siquiera intentó un disparo. Esa depre futbolística se ha ido. “Van a venir más goles”, prometió este fin de semana. Para que Liverpool y el Barça tomen nota.