Un dilema generacional
Con la recuperación de Sergi Roberto y Piqué, Koeman afronta la final con la duda de apostar por los nuevos o dar una oportunidad a los de Lisboa
Hace ocho meses el Barcelona recibía en Lisboa a manos del Bayern de Múnich una de las derrotas más dolorosas de su historia al caer en los cuartos de final de la Champions por 2-8. Desde entonces, el club inició un proceso de recuperación que si bien no le ha servido para estar disputando la Champions, le ha llevado a luchar por LaLiga y jugar mañana la final de la Copa del Rey ante el Athletic Club de Bilbao.
Una final que enfrenta al
Gerard Piqué no será sancionado finalmente. El central catalán evita así una multa económica o una sanción de partidos por sus insinuaciones públicas, en una entrevista a un reconocido ‘youtuber’, respecto a las preferencias de la mayoría del estamento arbitral hacia el Real Madrid, al asegurar que “el 85% de los árbitros son del Real Madrid ,¿cómo no van a tirar más de un bando que de otro?”..
En todo caso, Competición ha decidido aparcar el caso, según adelantó la cadena SER. Hay que recordar que el Comité de Competición decidió abrir un expediente y que de ser sancionado, Piqué podría haberse perdido la final de Copa.
Barcelona y más concretamente a su entrenador, Ronald Koeman, ante un dilema: ofrecer la revancha al grueso de jugadores que firmaron esa debacle o utilizar esta final para dar un aire nuevo al equipo de la mano de jugadores más jóvenes que representan el futuro de la entidad.
Con la recuperación de Piqué y de Sergi Roberto, que han estado lesionados las últimas semanas, pero que llegan a tiempo para jugar el partido, Koeman perfectamente podría jugar la final del sábado con ocho jugadores que estuvieron en Lisboa ante el Bayern: Ter Stegen, Piqué, Lenglet, Jordi Alba, Busquets, Sergi Roberto y De Jong más Griezmann, que entró en la segunda parte. Los únicos que no pueden alinearse son los tres que cambiaron de club este verano: Suárez, Arturo Vidal y Nélson Semedo.
Por una parte, esta final contra el Athletic Club representa una oportunidad para que estos jugadores puedan resarcirse de lo que pasó en Lisboa y también de lo que aconteció en enero en la final de la Supercopa de España ante el mismo rival al que se medirán el sábado. Pero por otra parte demuestra que ocho meses después, el Barça sigue en manos de los mismos jugadores. Las apariciones de Mingueza, Dest, Araújo o Ilaix podrían quedar para una emergencia, pues únicamente Pedri y Dembélé parecen tener opciones de jugar la final desde el inicio. El primero llegó al Barça este verano y el segundo no pudo jugar al estar lesionado.
Se le pide a los veteranos un nuevo servicio al club en una final que puede marcar el futuro inmediato de la entidad blaugrana. Para empezar, el de su entrenador. Koeman ha sido reconfirmado por activa y por pasiva por Joan Laporta, el nuevo presidente, en declaraciones, pero todo el mundo sabe en Barcelona que una derrota el sábado le dejaría muy tocado de cara a un proyecto de futuro.
Además, también el partido es un desafío para Messi. Su futuro en el Camp Nou está en el aire y levantar una copa podría ser un factor determinante para que tomara una decisión en un sentido u otro. No parece que el argentino esté para soportar más decepciones.
Titulares Hasta ocho titulares de la derrota ante el Bayern repetirían
PIQUÉ NO SERÁ SANCIONADO POR CRITICAR A LOS ÁRBITROS
Dudas Ilaix, Dest, Mingueza y Araújo esperan su oportunidad en una final