Una comida entre Tebas y Laporta fue el principio del fin
Puso a Ceferin sobre aviso
La Superliga europea fue tumbada, al menos de forma provisional, en cuestión de dos días. El asunto llegó a la política y los altos cargos de UEFA y FIFA se lanzaron. La Superliga fue aniquilada rápidamente por la acción de afición e instituciones. En la reyerta vivida, fue Ceferin la voz que más condenó al nuevo formato. Y lo hizo, gracias a ¡Joan Laporta! El aviso, tal y como informa el New York Times, le llegó al presidente de la UEFA de Javier Tebas y a este, del nuevo mandatario del Barcelona. Todo comenzó el pasado jueves, tres días antes de la confirmación oficial de la Superliga. Tebas y Laporta tenían una comida de bienvenida por el triunfo en las elecciones del presidente blaugrana. Laporta le reveló que el Barcelona estaba muy cerca de firmar un acuerdo con otros once clubes para unirse a la Superliga. Pese a que la rumorología en torno a esta competición ya había existido con anterioridad, en esta ocasión el tema era diferente.
Laporta advirtió que seis clubes ya se habían comprometido oficialmente y que otros tantos habían recibido un ultimátum hasta el final de la semana para confirmar su entrada a la nueva competición. Tebas, ante esta información, encendió las alarmas y se puso en contacto con dirigentes de otras ligas y con Aleksander Ceferin.
El presidente de la UEFA reaccionó desconcertado a la llamada de Tebas. El New York Times desvela que Ceferin, consciente de que era más que un rumor, cogió el coche desde su casa en Eslovenia a Suiza, sede de la UEFA, para preparar lo que estaba por venir.
Todos hablan de salvar el fútbol, pero sólo quieren salvarse a sí mismos
uando se preguntan qué falló en este primer intento de constituir la Superliga Europea hay varias causas, pero sin duda, uno de los grandes errores ha sido la estrategia de comunicación.
ecordemos que la Copa de Europa nació como un proyecto europeo auspiciado por L’Équipe, una de las publicaciones deportivas más prestigiosas del siglo XX.
a primera entrevista que el presidente de la SLE concedió fue a El Chiringuito un lunes por la noche. Es un programa que cubre a la perfección las necesidades de un nutrido grupo de oyentes, pero su mecanismo informal tal vez no fuera el altavoz más indicado para transmitir un proyecto de esta envergadura. Lo más adecuado hubiera sido estrenarse en un medio de alcance internacional y enfrentándose a preguntas incómodas.
El problema añadido fue que la entrevista la ofreció Florentino Pérez sin acompañantes de otros clubes y, eso dio la impresión de que sólo al Real Madrid le interesaba la Superliga, cuando está claro que, hasta hace tres días, once clubes más estaban encantados con la idea. El exceso de protagonismo de Pérez hizo que la audiencia no percibiera a los doce equipos como un colectivo. Tanto es así, que la UEFA, con modales de matón de discoteca, ha amenazado únicamente al Real Madrid con su expulsión de la Champions.
El revés ha sido aprovechado por los clubes ingleses y también por la UEFA, que han construido otro relato para reivindicarse como adalides del fútbol verdadero. Los británicos, aterrorizados por la reacción de su gobierno, procuran transmitir la idea de que se han bajado del goloso barco para respetar a sus hinchas, que no desean estar en la SLE. Ceferin, presidente de la UEFA, viendo que hay un organismo que amenaza su monopolio, ha llegado a hablar de “valores humanos” (sic) cuando ha sido su exhaustivo modelo de explotación y su inmovilismo lo que ha contribuido a llegar a esta situación. Todos hablan de salvar el fútbol, pero sólo quieren salvarse a sí mismos. Su mensaje es el miedo.