AS (Las Palmas)

El milagro detrás del sueño europeo del Villarreal CF

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El actual director de Relaciones Institucio­nales del Villarreal y Embajador de LaLiga fue uno de los protagonis­tas amarillos que vivió el último duelo contra el Arsenal en las semifinale­s de Champions League, en 2006.

El 25 de abril de 2006. Hace ahora justo quince años. Tengo esa noche grabada en la cabeza. La noche en la que nos quedamos a dos minutos y once metros de eliminar a un Arsenal legendario y jugar toda una final de la Champions League. Es la absurda diferencia entre el éxito y una incómoda resaca para toda la vida. Afortunada­mente, el fútbol le ha brindado al Villarreal la posibilida­d de alcanzar otra final en

Europa. O mejor dicho aún, el propio Villarreal se ha ganado a pulso esa opción. Son los frutos permanente­s de un proyecto bien cimentado y sostenido en el tiempo. Sólo así se puede concebir que el club de una ciudad de apenas 50.000 habitantes haya alcanzado su quinta semifinal en Europa en las últimas diecisiete temporadas. Frente a capitales como

Roma, Manchester, Londres, París o la propia Madrid, toda la población de Vila-Real cabría en el

Emirates Stadium, ¡y todavía sobrarían diez mil asientos! Su presupuest­o de 117 millones de euros es el menor de todos los otros ‘superclube­s’ semifinali­stas en Europa. Es un David rodeado de

Goliats.

Recuerdo cuando llegué a Vila-Real por primera vez en

2002, desde una gigantesca urbe como São Paulo. El club llevaba tan sólo tres temporadas en la máxima categoría para entonces, y es increíble todo lo que conseguimo­s en esas once temporadas que estuve jugando. Y es que la primera vez que el Villarreal ascendió a LaLiga Santander fue apenas en 1998, que

Gigi Buffon ya era internacio­nal con la selección de Italia. No hace tanto tiempo, pero el club ha evoluciona­do como si hubieran pasado 100 años.

El presidente

Fernando Roig fue un visionario, siempre lo tuvo claro. Y es que el Villarreal es un ejemplo de gestión inteligent­e, responsabl­e y honesta en el fútbol. Se ha dotado a todos los jugadores, incluidos canteranos, de los mejores profesiona­les posibles alrededor para su mejor desarrollo: por ejemplo, con programas pioneros en nutrición y psicología. Las limitacion­es financiera­s se suplen con una apuesta firme por la cantera, como demuestran sus dos ciudades deportivas y su residencia recién estrenada. Y también se suple con una brillante labor de captación. Lo que, conjuntame­nte, ha permitido que en estos años hayan militado jugadores de talla internacio­nal como Forlán, Riquelme, Cazorla, Pires, Reina, Bruno Soriano, Capdevila, Godín, Marchena, Rossi, Soldado, Rodri, a los que sumar a los de la plantilla actual: Pau Torres, Chukwueze, Bacca, Gerard Moreno, Albiol, Alcácer, Parejo... Todo ello, siempre bajo el paraguas de un proyecto y estilo futbolísti­co que no se quiebra al primer obstáculo. Ni aunque se descienda a LaLiga Smartbank, como nos sucedió en 2012. De ahí la satisfacci­ón por el rendimient­o actual, porque se ha construido entrenamie­nto a entrenamie­nto desde años atrás. Es un club modélico del que sentirse orgulloso.

En verano perdieron a puntales como Cazorla, Bruno Soriano o Ekambi, pero aun así hoy el Villarreal está peleando por entrar en toda una final de la Europa League, invictos aún en el torneo. Y mientras tanto, sigue luchando en LaLiga Santander por la competidís­ima quinta plaza. Hay que reconocerl­e el mérito a un entrenador campeón como Unai Emery y a toda la plantilla por su rendimient­o. Seguro que para todos serán unas semifinale­s muy especiales. Tienen ante el Arsenal una oportunida­d de incalculab­le valor para romper de una vez ese muro que impide al club dar un paso más en su historia. Creo que nuestro momento ha llegado. Ya nos toca también pelear por un título y, ojalá también, conquistar­lo.

Y en España se habla de la semifinal de la venganza, por ser el Arsenal el mismo rival quince años después. Pero realmente esta eliminator­ia va mucho más allá. Es la demostraci­ón de que, con una buena gestión, el ‘sueño europeo’ es realizable para cualquier club modesto que sepa abrazar la belleza y la riqueza del fútbol que conocemos, aunque no sea ni de los históricos ni de los más poderosos del continente. Y de hecho, David ya batió a Goliat…

Motivos “Ejemplo de gestión inteligent­e, responsabl­e y honesta en el fútbol”

Marcos Senna fue jugador el Villarreal entre 2002 y 2013, y campeón de la Eurocopa en 2008.

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Lehmann le adivina el lanzamient­o a Riquelme, en 2006.

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