AS (Las Palmas)

“A Delibasic le dediqué la Supercopa, ojalá estuviera vivo”

El Madrid inicia mañana la Euroliga en pista del Panathinai­kos (20:00, Dazn) y lo hace en la pole de favoritos. El motivo, el equipo que ya tenía y los fichajes, entre ellos, el del alero bosnio, la sensación blanca en este inicio de temporada.

- RICARDO GONZÁLEZ LA ENTREVISTA Dzanan Musa

Dzanan Musa, bosnio, de la tierra del gran Mirza Delibasic, tiene 23 años, pero ha vivido mucho, “algunas cosas dan para película”: oro sonado y debut en la Euroliga con 16 años, a la NBA con Durant e Irving, momentos duros, también en el Efes, renacimien­to en Lugo y llegada triunfal a Madrid. En siete partidos (cuatro oficiales), un título y 21,3 puntos.

—Después de un verano y de un Eurobasket duros, en vez de tomarse unos días, aterriza directamen­te en Madrid: entrenamie­nto y 30 puntos al Unicaja. ¿Haber llegado tan pronto es la clave de su gran inicio?

—Sí, uno de los motivos principale­s. Quería mostrarle al entrenador y a la entidad que estaba listo para trabajar, para compromete­rme con el proyecto, y llegar antes era una buena oportunida­d. Después del Eurobasket disponía de días libres, pero había llevado algunas de mis cosas de Bosnia a Alemania y, cuando acabó el torneo, no podía aguantar más, quería viajar ya.

—¿Qué le dijo Chus Mateo la primera vez que hablaron?

—Eso fue en junio, en una conversaci­ón muy entrañable, en la que me sentí como parte de la familia, que para mí es lo más importante. El ámbito profesiona­l es una cosa, pero si percibo que no soy bienvenido a un sitio, que no formo parte del grupo, no puedo jugar. Y eso no lo he vivido en el Madrid, al revés, desde el primer día siento que pertenezco a esta familia.

—En el primer partido de pretempora­da su conexión, por ejemplo, con Sergio Rodríguez pareció inmediata.

—Es muy fácil jugar con uno de los mejores bases de Europa, siempre resulta sencillo conectar con los mejores. Aquí hay mucho talento para construir el equipo que queremos ser.

—El verano anterior había desembarca­do en Lugo, ¿cuándo empezó a pensar que estaba listo para volver a la Euroliga?

—Lo supe desde el principio, pero tenía que demostrarl­o y lo hice gracias a la gran oportunida­d que tuve en el Breogán. Quizá

Bienvenida “Siento que pertenezco a la familia del Madrid”

De pequeño “Tenía confianza y podían pensar que era arrogante”

antes de la Copa me di cuenta, pero quería acabar el curso lo mejor posible y decidir mi destino en la mejor liga de Europa.

—¿España sí o sí? ¿Cómo le convence el Madrid?

—Sí, quería seguir en la ACB. Es cierto que tuve muchas ofertas, hablamos de cosas, de dinero, pero cuando el Madrid te llama… vas. Cuando me hicieron la oferta, le dije a mi agente, y él me lo dijo a mí, voy a jugar en el Madrid. Nada que discutir.

—Su agente es Misko Raznatovic. ¿Cómo le convence hace

un año para ir al Breogán, a un equipo recién ascendido de la LEB Oro?

—Fue un poco locura. Me dijo que confiara en él, que iba a jugar bien y que todo saldría perfecto. Y así fue, una de las mejores decisiones de mi vida. Pero después de la temporada, cuando todo el mundo hablaba de eso, de mi gran decisión, me reconoció delante de unos amigos en Belgrado que ni siquiera él estuvo seguro al cien por cien. Es un gran agente, pero como si fuera un familiar, y me

vino a decir esto: “Este es el camino que debes coger para levantar tu carrera y volver al sitio al que perteneces”. Tuvo razón. Era una cuestión de confianza, en el Breogán la recuperé.

—Tiene solo 23 años, pero ha vivido mucho, a veces muy arriba, otras abajo.

—Sí (se ríe), algunas cosas son para hacer una película.

—¿Qué se aprende en una montaña rusa?

—Demasiadas cosas. Me empecé a dar cuenta con 16 años cuando experiment­é

sensacione­s grandes (debutó en la Euroliga y se colgó el oro Sub-16), luego pasé a no jugar en la NBA y a jugar, no lo hice en el Efes, pero sí en el Breogán y ahora estoy en Madrid, un viaje increíble. Sabe, de pequeño tenía esa confianza de que las cosas iban a ir bien, incluso hubo gente que podía pensar que era arrogante; pero soy honesto cada vez que entro en una cancha y trato de ser yo. Quiero ser tan buena persona como sea capaz y después ya jugador de baloncesto.

Felicitaci­ón “Micic me llamó: ‘por fin el uno contra el otro”

Un amigo “Si sigue así, Hezonja hará grandes cosas”

—¿Pensó alguna vez en dejar el deporte?

—He tenido etapas duras, pero siempre he salido de ellas confiando en que si trabajo habrá recompensa. Mi familia me ha apoyado y mis amigos creían en mí, así que nunca llegué a pensar en dejar el baloncesto. Pero es verdad que en EE UU pasé momentos difíciles: no jugaba y sabía que podía hacerlo, me mandaron a la G League… En los Nets coincidí con Durant e Irving, grandes estrellas, y tienes que respetar eso. Lidié con muchas cosas, me hice más fuerte.

—Su padre fue capitán del ejército durante la Guerra de los Balcanes, ¿cuál es el mejor consejo que le ha dado?

—Que fuera alguien honesto en cualquier circunstan­cia porque la vida no es sencilla. Que trabajara duro, estuviera calmado y tuviera respeto y las cosas saldrían, como haber ido al Breogán y ahora al Madrid.

—¿Su padre jugó?

—Aficionado, el que sí lo hizo fue mi hermano. Empecé por él, pero mi ídolo siempre fue Kobe Bryant, por su pasión.

—¿Por qué Ataman no confió en usted?

—No tengo respuesta, la pregunta sería para él. El Efes ganó dos Euroligas, así que debo respetarlo porque funcionó. Di lo mejor, me encontraba bien, pero apenas jugué. Agua pasada.

—¿Y cómo fueron esos meses con Micic y Larkin? —Muy buenos, Vasa es un amigo y con Larkin estuve muy bien. De hecho, Vasa me llamó cuando fiché por el Madrid para felicitarm­e y me dijo: “Finalmente vamos a jugar el uno contra el otro”. También me llevaba bien con el resto, con Sanli, ahora en el Barça.

—El Efes ha fichado a Clyburn, ¿está el Madrid a su nivel?

—Mejor ir poco a poco. Tienen un gran equipo, algo evidente, aunque la Euroliga está llena de buenísimos equipos. Nunca sabes quién acabará arriba; pero queremos competir y hacer algo grande al final.

—¿Qué les cuenta a sus amigos del Madrid?

—El Madrid por instalacio­nes, entrenador­es, fisios… está al nivel de la NBA, lo aprecio mucho. Y luego, los jugadores. Les digo: “Un equipo increíble”.

—¿Cómo ve a Hezonja?

—Es un buen chico con un gran físico e irá a más. Si continúa trabajando así, hará grandes cosas. Pasamos mucho tiempo juntos, comemos, cenamos… nos llevamos bien.

—Mirza Delibasic solo jugó dos cursos en Madrid (8183), pero su huella es imborrable, ¿qué le han contado?

—He hablado con su familia, con su hijo hace unos días, y le dediqué a Mirza nuestro primer trofeo, la Supercopa. Ellos lo han apreciado mucho. Respeto enormement­e lo que hizo por nuestro país y ojalá estuviera vivo (falleció en 2001) para que pudiera darme algún consejo, porque le escucharía con mucha atención. Creo que ha sido el mejor deportista que hemos visto en mi país, así que estoy feliz de jugar en el Madrid como él y poder decir que aquí hay otro chico de Bosnia.

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 ?? ?? Musa es defendido en la final de la Supercopa ante el Barça por Sanli, excompañer­o en el Efes, y Lapro.
Musa es defendido en la final de la Supercopa ante el Barça por Sanli, excompañer­o en el Efes, y Lapro.
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Dzanan Musa, vestido con el uniforme del Real Madrid en la Euroliga, hace malabarism­os con el balón. ANGELMARTI­NEZ/

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