Salvador Casemiro
INGLATERRA Stamford Bridge vivió un encuentro épico. Jorginho abrió el marcador de penalti y el United, sin Cristiano, empató en los últimos minutos. El brasileño empata al Chelsea en el descuento ● Doblete de Haaland ● El Liverpool cae ante el Forest
Potter quiso salir en el partido de la jornada con un experimento: Cucurella de central y Chilwell de lateral. A los 36 minutos se dio cuenta del error y dio entrada a Kovacic en detrimento del español. Igualó el duelo, hasta entonces decantado para los red devils en cuanto a ocasiones, y Ten Hag respondió reforzando su centro del campo con Fred por Sancho. Tras la triste lesión de Varane, el partido se quedó sin dueño y el Chelsea empezó a amenazar la puerta de De Gea. Así llegó el cabezazo de Chalobah al larguero.
Y así, en el 87’, llegó el gol de Jorginho tras un riguroso penalti de McTominay sobre Broja. Ahí Ten Hag pudo empezar a echar en falta a Cristiano, apartado en el partido de ayer por indisciplina, pero apareció Casemiro vestido de salvador para empatar en el descuento.
Para el Liverpool, el sábado fue desesperante. Aquejado por las bajas de Matip, Arthur, Keïta, Luis Díaz, Jota y Thiago (a ultimísima hora), el equipo estuvo a merced de las transiciones del Forest. Después de varios avisos y una buena jugada ensayada de falta, Awoniyi remató, cazó el rechazo y volvió a disparar por abajo para hacer el único gol del partido. Se sucedieron cuarenta minutos de ocasiones, con Milner y Alisson evitando la goleada y, en el otro lado Henderson convirtiéndose en el héroe local negándole el empate a Jones, Alexander-Arnold y Van Dijk.
El City terminó sufriendo más de lo que pensó cuando Haaland encarriló el encuentro con un doblete antes del descanso. Primero Ederson asistió al noruego con un balón largo que hizo bueno primero adelantándose a Robert Sánchez y, después, derribando a Webster para anotar a puerta vacía. Más tarde, no falló un penalti provocado por Bernardo Silva. Era el 2-0, pero el Brighton no perdió la esperanza y Trossard soltó un derechazo al palo corto de Ederson para recortar distancias. Haaland y Laporte tuvieron ocasiones, pero quien sentenció fue De Bruyne, sacando un disparo lejano impresionante cuando más lo necesitaba el partido.