El Atlético cortocircuita
El equipo vive en el alambre y es frágil en lo futbolístico y en lo mental ● Un solo triunfo en cuatro partidos, con tres alargues fatídicos
Una vez es casualidad. Dos, sospechoso. Tres ya enciende cualquier alarma. En las dos últimas semanas, el Atlético ha visto cómo se escapaban resultados en el añadido. Contra el Rayo, encajando el empate en un penalti por mano de Giménez después de no haber sentenciado con una falta de intención alarmante. Ante el Leverkusen con un penalti en el minuto 98 que, de meterlo, mantenía al equipo en Champions. Y en Cádiz después de igualar un 2-0, gozar de un cabezazo de João Félix para el 2-3 y encajar el 3-2 en el 99’.
Este Atleti juega con fuego y últimamente siempre se quema. Un equipo que da la sensación de vivir en el alambre y en cuanto falta una pieza en la columna vertebral se deshace como un castillo de naipes. En defensa, el desgaste llevó a Simeone a romper contra el Leverkusen la línea formada por Nahuel, Savic, Giménez y Reinildo.
Con ellos sobre el césped, el equipo había encajado cinco goles en 585 minutos. Sentó al montenegrino por Hermoso y a los 30 minutos los alemanes ya llevaban dos. Volver a la línea de tres centrales no ha mejorado la seguridad y ha debilitado un centro del campo sin faros con las lesiones de Koke, Llorente y Lemar. El capitán se ha perdido los últimos cuatro partidos y el equipo ha ganado uno.
Y ante el Cádiz fue Giménez el sustituido y el Atlético encajó tres tantos de un equipo que llevaba cinco en los once partidos anteriores. Esa dificultad para sobreponerse a las bajas refrenda la sensación de una plantilla descompensada, con un exceso de candidatos a la delantera sin continuidad; una distancia sideral entre los centrales titulares y suplentes; una nula competencia a Nahuel Molina y una dependencia enorme de los medios ahora de baja.
Si la lista de jugadores ofensivos asombra sobre el papel, todos ellos buscando billete para el Mundial, sus números no les dejan en buen lugar. El Atlético ha necesitado 30 disparos a portería en Champions para hacer cuatro goles y solo ha visto puerta Griezmann. Es más, João hizo en Cádiz sus primeros goles del curso y Cunha ni siquiera ha marcado.
La lista de equipos contra los que se ha dejado puntos también muestra problemas de intensidad, competitividad y energías. El Rayo sumaba cuatro puntos en cinco partidos de visitante antes de empatar en el Metropolitano. El Leverkusen acumula cuatro puntos en Champions, todos contra el Atlético pese a rondar el descenso en la Bundesliga. Y el Cádiz no había ganado ningún partido de local hasta el sábado. Partidos donde el Atlético partía como claro favorito y fue incapaz de ganar y, en muchos tramos, de elaborar una presión ordenada y dominar.
Dos semanas fatídicas donde se ha escapado la Champions, la cabeza de LaLiga y no se ha asegurado la Europa League. Es el siguiente reto, sin tiempo para lamerse las heridas. Eso llegará durante el parón mundialista. “Hay que tener mucha espalda, mucha tranquilidad. Todo serán críticas justas y algunas no tan justas. Todo es aprendizaje. Necesitamos mejorar en esa faceta, temple, ansiedad... parece que todo va a terminar mañana”, explicaba Simeone tras un nuevo pinchazo. El Atlético tiene muchos fuegos a apagar; el primero, aprender a cerrar los partidos.
Sin plan B atrás Simeone rompió la zaga titular y el equipo encajó cinco goles de Bayer y Cádiz
Sequía europea Griezmann es el único de los cinco delanteros que goleó en Champions