El Athletic amarga a Setién
Los leones arrollan al Villarreal en una frenética segunda parte ● Iñaki Williams, de nuevo letal de cara al gol
Quique Setién ha regresado a LaLiga con ganas de pasárselo bien, de disfrutar lo que no pudo en el Barcelona tras sustituir a Valverde, al que no mejoró en nada en el Camp Nou. Pero ha llegado a un tren en marcha, sin el maquinista Emery, y de momento no ha dado con la tecla. Ni en Europa ni en San Mamés, donde el Athletic se comió al Villarreal en la hora final y cerró una etapa con cuatro partidos sin obtener la victoria, aunque fallando un puñado de ocasiones que le podrían haber regalado una goleada. El que acertó fue Iñaki Williams, que sumó el gol 80 como león, los cinco de esta temporada han sido todos los que han abierto el marcador. Lleva 245 compromisos seguidos sin faltar a la Liga y en Ghana se ilusionan con este fichaje para el Mundial. El nuevo preparador amarillo no volvió para esto, desde luego, para ver a su equipo torturado por un rival infinitamente superior. San Mamés le bajó a la tierra respecto al espíritu lúdico-festivo con el que se anunciaba en La Cerámica.
El estratega cántabro ha deducido, con toda la lógica del mundo, que si quiere hacer preso al balón entre los pies de sus jugadores, mejor tener a tres por dentro. Fomenta un 4-3-3, por lo tanto. El Submarino tomó mejor el pulso al partido, creciendo desde el pase, aunque en ocasiones sobando el balón en exceso. Los rojiblancos estaban incómodos, haciendo lo que no les gusta, correr detrás del cuero, y se hacía imprescindible dar un paso más, añadir electricidad en la búsqueda del rival, echarse encima de una defensa que daba señales de vulnerabilidad.
Lo Celso tuvo un problema muscular y De Marcos sufrió dolores gastrointestinales. Fueron relevados. Los leones cambiaron de discurso cerca del descanso, empezaron a complicar la existencia al Villarreal acumulando gente arriba y dando velocidad a los pases. La tropa de Setién se quedó a vivir en campo propio y ya no conectaba con las balas arriba.
Raúl y Sancet comenzaron a coger guion en mediocampo y Williams, el hermano mayor, metió un tanto de bandera. Pau Torres jugó un partido horrendo y Yeray parecía el verdaderamente internacional. Si los leones no firmaron una goleada fue por su desacierto ante la meta de un agobiado Rulli.
Posesión El cántabro dispuso un 4-3-3 y su equipo sobó en exceso el balón