AS (Levante)

Rico sostiene al Sevilla ante un Villarreal gafado

Sus brillantes paradas le reivindica­n ante Lopetegui y Sirigu

- ALFREDO MATILLA LA CRÓNICA

Como buen final de agosto, Villarreal y Sevilla protagoniz­aron un atasco en toda regla. Mucha presión y demasiados centrocamp­istas, pero pocas ocurrencia­s y nulo gol. El equipo de Escribá mereció ganar, pero no encontró esa victoria sanadora porque tiene en cuarentena a su delantera (esta vez cayó Pato) y debido a que la suerte le ha dado la espalda. El conjunto de Sampaoli no marcó porque ni siquiera lo intentó. Mira demasiado hacia los lados y casi nunca en profundida­d. Rico le sostuvo con cuatro paradas imponentes. Justo la semana en la que Lopetegui le ha bajado de la Selección y en la que Monchi le ha fichado a Sirigu para hacerle temblar o mejorar. Quién sabe.

Sin Pato, Escribá tuvo que recurrir a Santos Borré, cuya única misión era pedir perdón tras su noche monegasca. Estuvo cerca de congraciar­se con El Madrigal. En el 42’ marcó a bocajarro tras un córner, pero Del Cerro señaló con acierto su fuera de juego. Después, se sacó un disparo que encontró una manopla salvadora. El Villarreal pudo castigar a su rival antes, por pasividad, con un misil de Trigueros al larguero. El Submarino recuperó una presión que le dio alas, mientras el Sevilla, con un defensa de tres (a veces) o de cuatro (con las cosas feas), sólo vivía de Vitolo. El equipo de Sampaoli apuesta por el toque pero no prioriza el desborde. Y no es lo peor: más de un jugador se mueve sin destino en un loco baile de sistemas.

El empate, pese a esta imagen esperanzad­ora, deja a Escribá con tantos deberes como tienen sus médicos. Sigue sin ganar al Sevilla tras ocho enfrentami­entos. El parón es agua bendita. El Sevilla, por su parte, continúa invicto aunque arroja algunas dudas. Ni hace un fútbol maravillos­o, por mucho que el debut fuera una fiesta, y sufre para mantener las virtudes que le hicieron una roca: no inquieta a balón parado y concede demasiado. Asenjo, inédito, y Rico, estresado, dan fe.

Sin suerte Trigueros estrelló un balón en el larguero y Pato también se lesionó

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MALA NOCHE. Pato fue vigilado de cerca por Pareja en la primera media hora y luego se fue lesionado.
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