Fue el mítico portero de la Unión Deportiva que logró el liderato en 1978. Se sincera con AS sobre la situación que está viviendo ahora Las Palmas y la conseguida hace casi cuatro décadas. El internacional argentino destaca las virtudes l los dos equipos
Un partido virtual Un choque entre el equipo del 78 y el actual sería igualado” Realista El año pasado se plantó cara a los grandes como Madrid o Barcelona”
La última vez que Las Palmas fue líder de Primera División, usted era el portero de aquel equipo que estaba a la altura de los mejores. ¿Cómo recuerda ese momento y esa época?
—Fue muy buena época, que la gente recuerda siempre con mucho cariño. Pero todo venía de años anteriores, la base del equipo, de los jugadores que estaban del filial. Luego llegamos algunos de fuera que encajamos muy bien desde el principio. Además, después de eso, ya teníamos la identidad que nos había dado Miguel Muñoz en el 78 y esa temporada la habíamos iniciado muy bien. Era un equipo muy conjuntado; había buena camaradería y sabíamos lo que queríamos hacer en el campo. Había personalidad para jugar ante cualquier equipo, ya que el entrenador tenía experiencia y había logrado muchas cosas grandes. Y el día que le ganamos en la tercera jornada al Valencia por 2-0 fue una cosa de locos, tanto en el equipo como en la calle y con toda la afición.
—Habla de la figura de Miguel Muñoz, ¿notaron tanto su sello? Llevaba muy poco tiempo en el equipo.
—La base del equipo estaba, pero él le dio una identidad. Mas o menos lo que ha pasado ahora con la llegada el año pasado de Quique Setién al banquillo, donde había jugadores que estaban en la plantilla pero no jugaban y jugadores que sí; Las Palmas antes jugaba a veces de una manera y otras de otra y, con la llegada de Setién ya se anticipó lo que sería esa manera innegociable de jugar al toque, sacando el balón desde atrás. Esto le complica a todos los rivales y crean muchas ocasiones de gol. Los futbolistas interpretan per fectamente lo que el entrenador quiere. Salvando las distancias, este equipo tiene un futuro esperanzador.
—Aquel equipo del 78 acabó sexto. ¿Podría ser parecido este año teniendo en cuenta la dinámica desde el año pasado o es muy pronto para hablar de grandes hazañas?
—No es que haya que ser muy optimista, sino realista. El año pasado el equipo le plantó cara a todos los equipos, como el Madrid o Barcelona. Con este inicio de Liga, el equipo va a estar aquí. Lógicamente, todos los años hay equipos sorpresa. Las Palmas empezó jugando de esa manera y ahora se analiza todo para no dejar jugar, aunque creo que el equipo tiene una personalidad y dinámica muy buena. Además, tiene una plantilla larga, donde no se nota quién juega. Puede entrar uno por otro si ha recibido sanción o por cualquier motivo y hacerlo igual de bien. Además, no olvidemos que aún hay varios jugadores que están lesionados como Hernán y Javi Castellano. Sobre este último, si juega al 80 por ciento de como estaba antes de su lesión, tenemos mediocentro para rato. Creo firmemente que podemos terminar arriba en la tabla esta temporada.
—Muchos argentinos internacionales en aquel líder del 78: Brindisi y Morete como principales artilleros… ¿Se puede comparar lo que había antes con los nuevos refuerzos como Livaja o Boateng?
—No se puede comparar las épocas, porque son jugadores diferentes. Pero este año hay gente con mucho gol. Livaja, por ejemplo, lleva dos goles en dos jornadas, cuando había marcado los mismos en un montón de años. Además, ha demostrado su calidad, pues ante el Granada hizo un gran centro para el 2-1. Y por su parte Boateng, que creaba dudas su fichaje al principio, está entregado al equipo y a la gente. En términos generales, está claro que Las Palmas tiene una ambición muy grande de cara a la por tería contraria y buscar el gol. Si analizásemos los noventa minutos de los dos partidos, se puede ver que el equipo llega con seis o siete jugadores a la por tería contraria en un sesenta por ciento de las veces que pasa del medio del campo. Eso, que yo sepa, no lo hace casi nadie de Primera División. Siempre digo que habría que guardar esta ilusión en un tarro para cuando vengan malas, porque siempre se puede virar todo, aunque esperemos que eso no ocurra.
—Esta posición en la tabla ha tenido repercusión internacional. Desde Europa a China. ¿Puede ser Las Palmas el nuevo Leicester?
—Ojalá, pero la verdad es que lo veo difícil. Siempre están el Madrid y el Barcelona peleando por ello. Y también el Atlético de Madrid, que es otro de los grandes. Si lo vemos tercero o cuarto creo que todos estaríamos enloquecidos con eso, pero estamos en la segunda jornada y hay que tener los pies en el suelo. Tenemos que estar contentos porque esto no es casualidad, ya que hacer nueve goles en Primera no es fácil. Lo que deseo es que se olviden los equipos del 78, 79 o 65, y que surja uno nuevo con el que la gente viva la emo-
Una nueva era Me gustaría que la gente disfrutara al equipo en la zona alta y en Europa”
ción de estar en los puestos altos y de la competición europea, para dejar el pasado allí, donde está. —La Unión Deportiva siempre se caracterizó por el juego de toque. ¿Qué estilo le gusta más, el de su época o el de ahora? —Nosotros jugábamos más o menos similar a lo que se hace ahora, aunque no con tanta posesión de balón. Nosotros teníamos un delantero que siempre generaba movimiento en la defensa para que apareciera ese último pase peligroso. Ahora es diferente, pero éste es un buen estilo que viene bien al futbolista canario. Podemos ver que cada partido que pasa, al margen de tener o no la posesión del balón más o menos tiempo, es más vertical y se suceden más situaciones de gol. Me encanta este estilo de juego, aunque obviamente hay que tener mucho cuidado en la parte defensiva. Ya vimos cómo ante el Valencia, en la primera jornada, le marcaron dos goles y, ante el Granada, en la segunda, le marcaron uno. Pero prefiero ese juego de ataque y buscar la por tería contraria a que te marquen jugando con el otro estilo. —Imagine un duelo entre los dos líderes: Las Palmas de 2016 y Las Palmas de 1978. ¿Quién ganaría? —Si jugáramos ahora contra ellos sí nos ganarían (ríe). La verdad es que creo que sería un enfrentamiento parejo. Aunque nunca se sabe qué podría ocurrir. Lo que sí creo es que Las Palmas de 1978 podría jugar bien ahora y, la de ahora, también podría hacerlo igual de bien en el 78. Esto es una buenísima plantilla que está muy completa y que viene consolidada del año pasado. La directiva del club ha quitado a los jugadores que el técnico no utilizaba, por distintas circunstancias y motivos, y ha traído a futbolistas de un nivel altísimo. Si el año pasado acabamos bien teniendo aquella plantilla, con estos cuatro o cinco futbolistas de un nivel más alto, ahora la plantilla está más equilibrada y con más posibilidades de estar arriba en la tabla. Hay que tener en cuenta que empezar bien es importante para lo que pueda suceder al final de la Liga. Si no, mira a equipos como el Eibar, que sumaron muchos puntos al principio y, si no llega a ser por ello, habrían descendido o, como mínimo, sufrido hasta el final y, sin embargo, se salvaron sin apuros. —¿Hay que superar el undécimo lugar del año pasado o habría que frenar la euforia y pensar en la permanencia? —Parar la euforia de la gente es muy difícil. Incluso para la prensa. Los periodistas han estado sacando notas del 78 con mucha ilusión estos cuatro días más que en los últimos años. Creo que lo importante es ir paso a paso e ir progresando. Esto es justamente lo que está haciendo el club en estas temporadas. El año pasado, el objetivo era conseguir la permanencia lo antes posible. Se consiguió cuando el equipo empezó a funcionar a la perfección, pues antes había estado en muchas dificultades, pero aquella racha de resultados permitió que se consiguiera antes de lo pensado. Esperemos que la mejora esta nueva temporada sea para llegar a los puestos de arriba. Eso sería una gran sorpresa, porque un equipo recién ascendido peleando en los puestos de arriba sorprende. Aunque como es el fútbol canario, con la posesión, se podría lograr llegar allí.