AS (Levante)

Cómo se madura un partido

- MOISÉS LLORENS

Cada vez es más evidente: al Barça se le hacen muy espesos, rugosos y graníticos los partidos en el que los rivales se cierran y le invitan a jugar en apenas 40 metros. Cada minuto que pasa y no se logra el objetivo de hacer volar el balón, los rivales ganan confianza, se atreven con todo e incluso optan a adelantars­e, como sucedió ayer o ante el Alavés en Liga. El equipo sufre y entiende que al mínimo error la condena es inmensa; una mala decisión penaliza mucho. A Busquets se le enredó la pelota entre los pies y Hazard sólo tuvo que empujar. Ese es el ejemplo. Comenzó entonces un partido de 45 minutos en el que sólo la paciencia podría reconducir la situación para el Barça.

Piqué tras el 1-0 pidió calma y cuando él volteó el marcador tras una buena jugada de estrategia del laboratori­o de Juan Carlos Unzúe, se culminaba un sensaciona­l trabajo colectivo de cómo se debe madurar un partido. Sin prisa, pero aprovechan­do todos los segundos del partido. No había margen para el dispendio. Volver a casa de vacío significab­a jugarse el primer puesto a doble partido con el Manchester City, en el esperado regreso (de nuevo) de Guardiola al Camp Nou. El desgaste fue importante, pero el fondo de armario da para mucho. Y ayer lo demostraro­n Rafinha y Arda.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain