Savic dinamitó el plan
Vio una amarilla temprana que le frenó ante Benzema antes del 2-1 Gran despliegue en la primera media hora
Vaya por delante: está feo personalizar tras una eliminación tan dolorosa, ante el eterno rival. Pero ya dijo Saúl antes del partido que los detalles harían la diferencia y uno de los muchos detalles acontecidos en el Calderón decantó decisivamente la balanza. Consta este detalle de dos fases y en ambos el papel protagonista recae en Savic.
En el 6’ el central rojiblanco vio la amarilla por agarrar a la altura del pecho a Isco en plena carrera; una falta innecesaria, pegada a la banda derecha y que dejó al montenegrino marcado para el resto del choque.
Mucho estigma es ése ante una delantera como la del Real Madrid. Y en concreto para frenar a un Benzema al que ayer le tocó el día inspirado en ese zig-zag anímico que rige la actividad del francés. La presencia de esa amarilla cobró fuerza en el minuto 41: Benzema, encerrado contra la línea de fondo, encaró a Godín, Savic y Giménez en la banda derecha de la defensa atlética. El balcánico, pegado a la cal, evitó meter la pierna ante el riesgo de expulsión y vio cómo el francés (con un gesto técnico de pura artesanía) se le colaba por un hueco que parecía inexistente. El resto es historia: el pase atrás, el tiro de Kroos, el Isco rebaña-goles, el final de un sueño que había brotado con fuerza en el Calderón tras media hora estupenda del Atlético. Siguió el Atlético de Simeone el guión de las remontadas a rajatabla; lástima tener delante al Real Madrid, probablemente el autor de ese manual de lo imposible. Presión asfixiante en el juego y fuera de él, un estadio encendido, acabar cada jugada y ser contundente en los momentos clave. A eso sumó el Cholo una apuesta clara por el juego directo que descolocó al Madrid. Hasta el balón parado, un arma de otra época para este Atleti, apareció para sacar al equipo del túnel en el que se metió en el Bernabéu. El sueño de la remontada fue hermoso. Hermoso, pero breve.
Queda como conclusión constructiva del choque el problema que tiene el Atleti con el gol. Gameiro tuvo más de media hora y no mejoró a Torres, elección de Simeone para el once. El Niño provocó el penalti del 2-0, su mayor aportación. El galo, por contra, gozó de varias ocasiones y no se impuso en ninguna; un Keylor Navas felino le negó la más clara. Gameiro salió señalado del Bernabéu y la vuelta no habrá mejorado su popularidad.