Berizzo se despide ante una Real que quiere ir a Europa

El técnico anunció ayer su adiós

Balaídos cierra esta tarde la temporada todavía conmocionado por la reciente noticia del adiós de Berizzo, el gran artífice del sueño del Celta en Europa y Copa. El argentino, que intentó hasta el último momento llegar a un acuerdo para renovar, comunicó ayer su adiós y hoy regresará al banquillo, tras dos partidos de sanción, en loor de multitudes. La ovación cerrada que recibirá el Toto será inversamente proporcional a los abucheos que se prevén hacia el palco.

Desde que se conoció la noticia, el celtismo no ha parado de mostrar su gratitud hacia el técnico y su enfado con la directiva. Hasta el punto que una peña ha convocado una protesta que consiste en abandonar el estadio en el minuto 6 (en homenaje al dorsal que lució Berizzo como jugador céltico) de la segunda parte. Los ánimos están muy crispados en Vigo y el partido ya se ha convertido en un plebiscito sobre la polémica.

Todo en juego. Mientras el encuentro es un estorbo para el Celta (sólo Aspas lucha por acabar como máximo goleador nacional), la Real se juega toda la temporada a una carta. Con el séptimo puesto ya garantizado, los donostiarras están obligados a ganar y esperar los tropiezos de Villarreal y/o Athletic para asaltar la quinta o la sexta plaza, lo que garantizaría su presencia en Europa el próximo curso. De lo contrario, deberían aguardar hasta la final de Copa para que el Barcelona les eche una mano.

Eusebio, el entrenador que dibujó el primer esbozo del estilo celeste, podrá contar con toda su artillería para esta gran final. La Real, obligada a pescar en el río revuelto celeste.