Alex Pérez asienta al Valladolid en los playoff
Jorge Molina pudo adelantar, antes, al equipo azulón
EI Real Valladolid se asienta en la zona de playoff gracias a un gol de Álex Pérez en la segunda parte para derrotar a un Getafe que esperó su ocasión, pero cuando la tuvo no fue capaz de acertar y casi se olvida de la opción de ascender directamente. Tendrá que buscar el ascenso en la promoción que tanto desean los blanquivioletas.
De salida, el Valladolid buscó el gol desde el primer momento pese a que Portillo intentó sorprender a Becerra. Los locales tuvieron el primer tanto en las botas de Jose, que falló en el disparo y en las de Espinoza, que se estrelló en Mora. La polémica llegó en el minuto 25 cuando De Tomás cabeceó a gol una falta lateral sacada por Espinoza, pero el línea levantó el banderín. Esta jugada desconectó a los pucelanos, mientras que los getafenses tampoco apretaron.
En la segunda parte, los de Herrera salieron con una marcha más y buscaron con más ahinco, si cabe, el gol. Sin embargo, la ocasión más clara la tuvo Jorge Molina que se quedó solo ante Becerra e, inexplicablemente, su remate se fue por encima de la portería. El Valladolid no se acobardó. Míchel, de cabeza, puso a prueba a Guaita tras un córner de Jordán, pero el meta despejó muy bien. También el valenciano tuvo una oportunidad muy clara, pero no tuvo la tranquilidad de rematar y el balón se fue arriba. Tanto fue el cántaro a la fuente que el gol llegó a la salida de una falta muy dudosa sobre Jose. Jordán lanzó directo y el meta getafense despejó, pero por allí apareció Alex Pérez, que remachó de cabeza cuando faltaban 20 minutos. El Valladolid quiso guardar el resultado. No aprovechó los contragolpes y se vio metido en su área ante la presión de los azules. Damián puso a prueba a Becerra, de falta directa, que despejó el meta. Los getafenses apretaban y dejaban espacios a su espalda. Tantos que Espinoza llegó al contragolpe y puso un balón franco a De Tomás, pero éste le pegó mal y el balón se fue arriba. En la última jugada del partido, en un córner, Fuster remató solo de cabeza y el balón se fue rozando la escuadra.