Valverde, con urgencias desde el primer día
Problemas en la planificación
Dijo Ernesto Valverde el día de su presentación que prefería empezar fuerte, con dos Clásicos oficiales en verano. Le gustase o no, va a estar obligado. La nueva Champions del Madrid
ha sido un golpe en Barcelona, más que por el título así por lo que se anuncia. Desde Can Barça se observa con preocupación la mezcla del Madrid, que tiene a sus líderes veteranos,
Sergio Ramos y
Cristiano, en un estado de revista primoroso. Y por detrás ha asomado Isco como bandera de una generación nacional (Carvajal, Nacho, Asensio), más los que llegan (Theo, Marcos Llorente). Amenaza a dinastía. Mientras tanto, el Barça está paralizado. La jerarquía del tridente condiciona su diseño de la plantilla. No puede fichar puntas (y si lo hace, caso Dembelé, serán suplentes) y los deseados (Bellerín, Verratti, Ander Herrera) se ven imposibles por la negativa a negociar de Arsenal, PSG o Manchester United. Para colmo, la generación del 87 (Piqué, Messi, Suárez) anda por la treintena y pronto llegarán a ella Busquets o Rakitic. Y algo más. Las urgencias. Tal vez no históricas, pero sí dependientes de los últimos éxitos blancos. La afición, indulgente este año, con ovación incluida ante la Juventus, quiere resultados. Y empieza por ganar al Madrid en agosto.
Afición Indulgente este año con ovación a la Juve, exigirá títulos desde el principio