BORUSSIA DORTMUND
Se marchó Tuchel, no seguirá Dembélé y el Dortmund decepcionó en la Bundesliga la temporada pasada tan lejos del Bayern, pero el equipo da sensación de recuperación inmediata. Ya sin Dembélé goleó en Wolfsburgo con una defensa de cuatro con el nuevo técnico Peter Bosz en la que Marc Bartra tuvo un papel fundamental. El crecimiento del excentral del Barcelona puede ser una de las claves junto con Sahin, que jugó como pivote y es otro de los que puede ser decisivo. Un Dortmund que quiere el balón y en eso recuerda a la primera etapa de Klopp y que salió con Gotze-Sahin-Castro en el centro del campo. Tres jugadores pequeños y sin gran capacidad de recuperación de balón, seña evidente de identidad de lo que Bosz pretende.
Un equipo al que da gusto ver, en el que el excelente Pulisic puede suplir muy bien a Dembélé y que mantiene la nómina de jóvenes más el implacable Aubameyang en punta. A los Emre Mor, Weigl o el propio Pulisic se han unido el hábil Dahoud o el sueco Isak, que ya tuvo minutos en Copa y seguro dará muy pronto que hablar. Un gran equipo que busca la regularidad
La velocidad en los últimos metros y la capacidad para manejar la pelota con Bosz. En la medular tiene mucha creación y, sobre todo, mucha movilidad. Arriba, bien con extremos o con el juego directo con Aubemyang, son puñales.
La marcha de Dembélé hace daño al equipo y le resta potencial ofensivo, pese al futuro brillantísimo de Pulisic. Puede sufrir en jugadas a balón parado ante equipos más físicos.