Costa: “Espero que todo se resuelva antes del día 31”
El delantero, impaciente ya por que se aclare su situación
Ocho días. Ese es el tiempo en que Diego Costa espera que se resuelva su futuro, su situación encallada. “El Chelsea tiene que decidir qué va a pasar conmigo. Espero que todo se resuelva antes del 31 de agosto”, dijo en la visita al gobernador del Estado de Sergipe, Jackson Barreto, para mejorar la estructura del club de su ciudad, el Lagarto, y del estadio Paulo Barreto cuando finalicen las obras de reforma.
Un futuro que Costa quiere en rojiblanco, no ha dejado de decirlo, demostrarlo, este verano. Con declaraciones, con vídeos, con guiños desde que desveló, tras el Macedonia-España, ese mensaje de Conte: “Hola Diego, no estás en mis planes”. “Tengo dos años de contrato con ellos y espero que resuelva cuanto antes. Tengo que jugar. El entrenador no me quiere y no voy a quedarme en un lugar que no me quieren”, insiste Costa desde su país, Brasil, allí donde sigue 74 días después de que comenzaran sus vacaciones, tras ese partido en Macedonia con La Roja.
Unas vacaciones que, por cierto, se han terminado. Costa ha querido demostrarlo, incluso, borrando todo cuánto había en su Instagram. Ya no hay vídeos de fiestas, sólo existe Costa en el gimnasio, Costa en los campos de fútbol, Costa entrenándose. “Me pasé un mes en casa, con la familia y los amigos. Comí y bebí, me divertí, creo que ya
Prisa “Quiero volver a jugar. Tengo ofertas, pero no diré nombres”
era suficiente con ese tiempo. Ya me estoy preparando en serio porque en el fútbol moderno no sirve de nada sólo el talento”.
Sorteo. Y vuelve al calendario, a esos siete días que quedan hasta el 31 de agosto (ocho porque el mercado español se cierra el 1 de septiembre). “El mercado de transferencia cierra y espero que se resuelva mi situación antes de eso. Quiero volver a jugar. Es lo que amo hacer, es lo que sé hacer. Quiero jugar el Mundial. Siempre tengo propuestas de muchos equipos, pero no voy a revelar los nombres”, añadió, en un intento, quizá, de trasladar su impaciencia al Atleti en una situación que ayer añadió un capítulo más: el del morbo. La bola del sorteo de la Champions decretó que Chelsea y Atlético sean rivales en la fase de grupos. Algo que puede alejar o acercar a Costa. Ayer estaban todos en Mónaco y un detalle: Gil Marín entró al salón para asistir al sorteo junto a Jorge Mendes, representante, entre otros, de Diego Costa.