McLaren-Honda historia de un fracaso
Tres años después de regresar al Mundial, el motor japonés arroja un desastroso balance de 731 puestos de sanción y 36 abandonos
En 2017 41,06 millones de euros le cuesta a McLaren cada punto
Será hoy después de los libres, dice una. Va a ser en la rueda de prensa de la tarde, otro. Lo dejan para la semana que viene... En fin. Da igual minutos antes o después. La vida está para tomar decisiones. Creer en uno mismo. Si te equivocas al menos lo habrás hecho bajo algo en lo que creías, si aciertas y tienes éxito, la satisfacción será mayor. Así se deben hacer las cosas. Después están los de las condiciones. ¿Y si…? Ahora surgen como setas con la lluvia. A ver si… Anda que como…
Pero no hay más que echar una mirada a los datos para darse cuenta de que la historia de McLaren y Honda en estos tres años es la historia de un fracaso. Por ejemplo han utilizado 56 unidades de potencia en total (24 en 2015, 15 en 2016 y 17 llevan ya este año) lo que les ha valido un total de 731 puestos de sanción en total por montar diversos componentes. Y se espera que en este GP de Singapur tenga que aumentar esa cuenta con Stoffel Vandoorne.
Pero hay más en el apartado de resultados, tres quintos puestos de Alonso en Hungría 2015, Mónaco y Estados Unidos 2016, es lo mejor que ha hecho este equipo. Esta temporada, el sexto del asturiano en Hungría es lo más destacado. En pilotos, el décimo final del español en el campeonato como logro más importante y en constructores, novenos el primero año, sextos el pasado y novenos también esta temporada. En estos tres años, algo que no sucedía desde 1980, McLaren no ha liderado una sola carrera.
Además de la escasa velocidad está la fiabilidad: 36 abandonos en estos tres años (20, Alonso, 5 Vandoorne, 11 Jenson Button) en un total de 53 grandes premios disputados, un 67% de carreras en las que no han terminado los coches fabricados en Woking. Podríamos seguir… pero es que además han sucedido una serie de hechos que también han hecho decidirse a McLaren. El primero es la creencia de tener un buen coche. La segunda el convencimiento de que, a pesar de lo que decía Ron Dennis, artífice del acuerdo inicial, podrían ganar sin tener motores oficiales. Y después está el hecho de que, como ya contamos en AS, a McLaren le cuesta 41,06 millones de euros lograr un punto en el Mundial. A veces las cosas no hay que decirlas.