“Me lo dijo Pesic: el 90% en el deporte son decepciones”
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¿Cómo es el día después de la derrota? —Obviamente, todavía recuperándonos mentalmente de lo que es perder una semifinal. Pero no hay que cambiar el chip porque, pasara lo que pasara, el partido de mañana había que ganarlo. El objetivo después de perder la semifinal es diferente porque no luchas por el oro, pero sí por el bronce. Sabemos lo que nos ha costado llegar hasta aquí, aunque obviamente no es el partido que queremos jugar. —¿Qué hay que mejorar? —Van a intentar colapsar nuestra pintura, bloquearla. No nos dejarán jugar como queremos, eso es obvio. —¿Es un aliciente que sea el último partido de Navarro?
—Yo es que hasta que no lo diga al cien por cien, no lo tengo tan claro. Ya dije hace tiempo que no lo creo. Entonces, que lo diga él. Lo tendrá que decir él. No me imagino una concentración o una Selección sin Juan Carlos. Pero si fuera su adiós, brindarle una medalla sería aún más importante.
—Cuando uno está un mes y medio trabajando, dos meses en el caso de jugadores como Oriola, Sastre o Vives, ¿se hace muy duro estar 48 horas esperando un partido de consolación?
—Es la vida del deportista, es así. El deporte de élite tiene esto. Cuando empecé a jugar como profesional, Pesic me dijo que el 10 por ciento del deporte son alegrías y el 90 por ciento son decepciones. Tenemos la suerte de que aquí es al revés, que el 90 por ciento son alegrías y el 10 decepciones. Eso lo decía él, que ya era campeón del mundo con Serbia. Me impactó y me hizo reflexionar para siempre. Por eso me hace ver la suerte que tenemos de vivir lo que vivimos y de hacer lo que hacemos y de conseguir tantas y tantas medallas cada verano. Lo valoro mucho, lo tenemos delante. Podemos competir por otra medalla y para eso nos tenemos que mentalizar.
—Aunque parezca una locura decirlo, ¿se le puede hacer difícil jugar al mismo tiempo que Pau por sus características?
—No lo creo. Jugar con los buenos tiene que ser fácil. El otro día me enseñaban un vídeo de un jugador de Argentina que decía que era difícil jugar con Messi. Yo alucino. Es fácil jugar con los buenos. Es encontrar la manera, encontrar la fórmula. No puede ser tan difícil jugar al baloncesto con gente tan y tan buena.
Jugar con Pau
“No puede ser difícil jugar con gente tan buena, es encontrar la fórmula”