Superjavi: año olímpico de Chaplin y Don Quijote
Arranca en Canadá con el objetivo de una medalla en PyeongChang
El Clásico de Otoño de Pierrefonds, en Canadá, el país donde se entrena el patinador madrileño, servirá de presentación a los nuevos programas de Javier Fernández (26 años). Superjavi se transformará en Chaplin y en Don Quijote para asaltar el único metal que se le resiste, el olímpico.
Javier Fernández tiene 25 años, dos títulos mundiales, cinco europeos y se ha convertido en uno de los patinadores más famosos del planeta. Le queda una cuenta pendiente, la medalla olímpica, y esta temporada es su gran oportunidad de saldarla. Hay Juegos en PyeongChang (Corea) y hoy mismo arranca su calendario en el Autumn Classic de Pierrefonds (Canadá). “Normalmente empezábamos en Japón, pero hemos querido cambiar. Hacerlo en una competición en la que pudiésemos probar los dos programas”, dice el madrileño, que se verá con Hanyu, compañero de entrenamientos y gran rival.
Superjavi
confiesa que cuando se acercan los Juegos “aumenta la tensión”: “Quieres hacerlo bien en todo los entrenamientos, al máximo, pero también debes controlar esa tensión y saber que no todo va a salir como quieres siempre”. Javi habla desde la experiencia. Por eso, sabe que la clave del éxito es hacer “programas perfectos”, lejos de la fiebre de los cuádruples saltos. Él seguirá con dos en el corto y tres en el largo. Y la expresividad de sus shows será su baza.
Para el corto retomará al que él llama “un viejo amigo”. A Charlie Chaplin, que ya lo hiciera en 2013, cuando se consagró en la élite mundial. “Es cierto que le tengo cariño especial y me siento cómodo, pero esta vez será un Chaplin diferente, más relacionado con el mundo trabajador”, explica el de Cuatro Vientos, que ya se entrena a fuego desde principios de mes con Brian Orser en el Cricket Club de Toronto.
Para el largo, Fernández ha elegido una figura que tiene mucho que ver con él: la de Don Quijote. El personaje de Cervantes emprendía aventuras utópicas, como la que persiguió Javi cuando se fue de casa a Estados Unidos para convertirse en el mejor patinador del mundo. “¿Que me asemejó en cierto modo a Don Quijote? Me gusta esa comparación.
En eso de buscar el sueño imposible se puede parecer a mí. Me gusta esa idea”, se ríe Fernández, que mostrará en la ciudad quebequense de Pierrefonds su nuevo traje de Hidalgo de la Mancha. “Es muy chulo, a mí me gusta mucho”, cuenta. El público lo verá en el programa largo, este sábado en la noche española (desde las 02:00). Arranca el año para Javier Fernández, el más especial. En su país de adopción, Canadá, con los Juegos Olímpicos a la vista. “Esta vez será diferente a las anteriores, llego con experiencia y ya un currículum más dilatado. También es cierto que ahora hay una generación de jóvenes patinadores y todo estará mucho más igualado”.
Chaplin
“Será diferente al de 2013, del mundo trabajador”
Quijote
“Se parece a mí en la búsqueda de lo imposible”