Morgan Hurd: la heredera de Biles compite con gafas
Ganó por sorpresa en all-around y ayer, plata en barra
En el Olímpico de Montreal, el lugar donde Nadia Comaneci hizo el ejercicio perfecto en los Juegos 1976, la estadounidense Morgan Hurd, de 16 años, se convirtió por sorpresa en la gimnasta más completa de los Mundiales tras ganar el all-around. Ayer remató con una plata en barra fija. “Nadia es mi ídolo, en tercer grado hice un trabajo sobre ella”, contaba Hurd, que llama la atención por hacer todos sus ejercicios con gafas. “Las lentillas me irritaban mucho los ojos y decidí competir siempre así”, relataba la gimnasta que ha sucedido en el oro a la ausente Simone Biles, ganadora de los tres últimos Mundiales.
Hurd nació en Wuzhou (China), siendo bebé fue adoptada por su familia que crió a Morgan en Middletown (Delaware, EE UU) y a los seis años ya daba piruetas. Su oro dejó perpleja a la gimnasia mundial. Llegó de la nada, porque Hurd tan sólo había sido quinta en los Trials USA, donde se clasificó para el all-around al límite (iban seis). En Montreal se encontró con las lesiones de la rumana Iordache y de Ragan Smith, la jefa de EE UU, que se lastimó en el calentamiento tras un Yurchenko. Terreno de sorpresas. Y la adolescente Hurd, con sus lentes y aparato dental, aprovechó.
Nervios. “Estaba muy preocupada por la consistencia”, señalaba el seleccionador Valery Liukin. Hurd, antes del ejercicio completo, lo confirmaba: “Yo sólo quería hacer limpios los cuatro ejercicios, uno a uno”, decía Hurd, que no hizo nada superdeslumbrante en las cuatro rotaciones, pero le valió para ser campeona por una décima. En la barra fija también fue muy segura, salvo un leve desequilibrio. Oro y plata se llevó. “Congrats doll, you are world champion (Felicidades muñeca, eres campeona mundial)”, tuiteaba Biles a su heredera: Morgan Hurd.