Arnáiz evita que el Lorca sume lejos del Artés
Quinta derrota fuera en los cinco partidos disputados
El Lorca no sabe ganar fuera. Ayer sumó su quinta derrota lejos de su estadio y, por lo visto sobre el césped, no la mereció. Jugó un buen partido, sobre todo hasta el gol azulgrana, y gozó de ocasiones para adelantarse en el marcador. Una acción individual de Arnáiz, y un Aleñá omnipresente en el centro del campo, le bastaron al Barça para ganar.
Que el primer tiempo acabara con empate a cero se debió, en gran medida, al poco acierto de los delanteros y al buen hacer de Ortolá. El Barça B salió decidido a ser un equipo ofensivo (ya desde la alineación) y pudo perfectamente adelantarse en un córner en el 13’ que Cuenca cabeceó alto. Fue la más clara, y la que metió al Lorca en el partido. Buscaron superar la presión azulgrana saliendo en largo hacia Onwu y el delantero avisó en el 22’ con un tiro lejano. Fueron de hecho los mejores minutos de los visitantes, sobre todo gracias a Pomares. El lateral dobló constantemente por la banda izquierda y pudo marcar gracias a una asistencia de tacón de Nando que Ortolá desvió de forma solvente. En el 26’ el propio Pomares gozó de una doble ocasión pero su remate final se fue alto. El Barça prácticamente no generó nada durante la primera parte, con un Aleñá que bajó demasiado a buscar el balón y un Choco Lozano bien controlado por Fran Cruz y Peña. Arnáiz, sin espacio para correr, y Alfaro, demasiado estático, tampoco ayudaron a los azulgranas.
La presión alta del Lorca fue su mejor arma tras el descanso, dificultando mucho la salida del Barça. Con un Noguera muy activo, nunca pudieron sin embargo traducir los robos de balón en acciones claras más allá de un buen disparo de Nando en el 50’. Noguera, diez minutos más tarde, dispuso de una más clara cuando Tropi le habilitó para que rematara desde dentro del área. Pero fue el Barça quien se adelantó: tras enviar Concha un balón al palo a la salida de un córner, fue Arnáiz quien marcó el primero de la tarde. Recibió en banda, recortó hacia dentro y fusiló a un Torgnascioli al que se le doblaron las manos. A partir de allí el Lorca lo intentó con más ganas que fútbol, mientras que el Barça encontró algún hueco a la contra que no supo aprovechar. Arnáiz disparó al palo en el descuento.
Efectividad Que el primer tiempo acabara en empate se debió al poco acierto arriba