AS (Levante)

Alma de delantero

Lo importante es ir sumando y no cometer más errores. El 3-0 al Eibar careció de grandeza, pero sólo por los goles de Marcelo y Asensio mereció la pena acercarse al Bernabéu.

- DESDE LA GRADA TOMÁS RONCERO

Despacito y seguro. Como la canción del verano. Sin alardes. Sin fuegos artificial­es. Sin goleadas explosivas. Pero alcanzando por fin un grado de alta definición que despeja los miedos en la hora suprema del gol. Alejando los fantasmas de un Bernabéu que parecía gafado. Los dos últimos partidos en casa se han saldado con dos triunfos solventes y sin encajar goles (2-0 al Espanyol y 3-0 al Eibar). Se trata, en estos tiempos de transición en los que Zidane llena el granero pensando en comerse la cosecha de los títulos en abril y mayo, de asegurar los tres puntos y continuar esa caza a los dos galgos que han tomado ventaja. Seguimos a cinco de ese Barça al que agrandan la longitud del campo para que le sea más fácil abrir la lata en sus partidos (lo del 1-0 al Málaga es inaudito) y a uno de ese Valencia de

Marcelino al que proclamo mejor equipo del campeonato en estas nueve jornadas disputadas. Vi completas sus dos últimas goleadas al Betis (3-6) y al

Sevilla (4-0) y me quito el sombrero. Por Guedes, Soler, Zaza, Parejo... Pero eso demuestra lo que dijo Marcelo al acabar el partido con los armeros: “Ganar a cualquier rival resulta muy difícil porque esta es la mejor Liga del Mundo”. Amén, crack.

‘O Rei’ Marcelo. Hablando del segundo capitán, conviene reconocerl­e que cuando está en el campo siempre pueden ocurrir cosas que justifique­n el precio de una entrada. Zizou le dio descanso y le bastaron veinte minutos para armar el taco. La jugada del 3-0 explica el esfuerzo de ir al estadio aunque sea en un horario perruno para los peñistas que vienen de fuera y para los que trabajan el lunes temprano. La jugada trenzada entre el supersónic­o Theo, el artista Benzema y Marcelo fue para enmarcar. El brasileño la dejó pasar entre sus piernas y definió con un zurdazo inapelable. Golazo digno de un equipo que defiende la corona de la Liga y de la Champions. Y me gustó que lo celebrase tocándose el escudo. Marcelo tiene alma de delantero. Y de canterano. Esta es tu casa.

Penalti (?). Pareció que Casemiro hacía penalti a Inui. Pero el japonés negó que lo fuera. No seré yo el que se lo discuta...

The Best. No debería jugar con tanta ansiedad. Cristiano no tiene que demostrar nada a estas alturas. Hoy recibirá en

Londres, con todo merecimien­to, el trofeo ‘The Best’ que le reconoce como el mejor jugador del planeta la pasada temporada. ¿Alguien lo duda en su sano juicio? Por eso no entiendo que se pille esos berrinches cuando

Isco busca puerta en un mano a mano con Dmitrovic en vez de pasársela. Tirar era la mejor opción. Cristiano debe disfrutar y saber que ya ha hecho historia. Y la va a seguir haciendo. Pero con una sonrisa, amigo.

Vamos Real. Me transmiten su optimismo en un futuro mejor Gerardo Garrido y su familia llegados al Bernabéu desde Tamaulipas (Reynosa, México), Roberto Galdámez y su hijo Ricardo, dos salvadoreñ­os afincados en Houston (Texas), las peñas de Santa Cruz Alpera (Albacete), Campo de Criptana, Mi Buen Amigo (Burujón, Toledo), Consuegra, los 33 llegados en bus desde Arévalo, ‘Los Perdonaos’ de Cuacos de Yuste (Cáceres), El ‘7’ de Dublín (única peña madridista oficial en Irlanda) y la peña de Socuéllamo­s (Ciudad Real), cuyos miembros no olvidan a Borja Aybar, socio de la peña fallecido en el trágico accidente aéreo del Día de la Hispanidad. El Sextete irá en tu memoria, valiente.

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