El Villarreal de Bakambu deprime más a Ayestaran
Sigue la caída de Las Palmas pese al nuevo técnico
Hace año y medio, cuando este diario desveló que el Atlético negociaba con Bakambu, algunos amigos colchoneros se echaron a llorar. Entonces era de risa. Ahora esos mismos reconocen que lo hacen por pena. El congoleño, con ocho tantos, es una de las sensaciones de la temporada. Sólo Messi marca más que él. Ante Las Palmas volvió a solucionar el partido en el 48’ con tres de sus acciones preferidas: desequilibrar, abusar de su potencia y finalizar con maestría. Bigas aún le está buscando.
Él sólo hizo uno de los goles pero, como casi siempre, el más importante. El Villarreal salió como un rayo. Hasta que Viera y Rémy nivelaron el partido. Cualquiera pudo marcar en el primer tiempo. Y, sin embargo, ninguno lo consiguió. Lo mejor lo ponían los porteros. El segundo tiempo trajo el desequilibrio. A la primera jugada de peligro, Bakambu se sacó de la manga una bicicleta para dejar atrás a Bigas y para doblar después las manos de Chichizola. Las Palmas tembló. El vértigo de estar abajo, qué cosas, es más molesto que el de vivir arriba. El Villarreal, seguro, se lanzó a por más. Por insistencia, encontró el premio cuando menos lo esperaba: con un zurdazo de Mario desde la frontal. Las Palmas era ya un equipo descompuesto. Prueba de ello es que Ximo se marcó al minuto un golazo en propia puerta. La puntilla de Sansone sirvió para dejar a Ayestaran algo más acorralado.