Villas-Boas abandonó: este Dakar no es apto para novatos
■ Horas antes de que el Dakar dejara San Juan de Marcona, aparecía André Villas-Boas magullado con un fuerte dolor de espalda. Llegaba también su Toyota Hilux con el patrocinio de
‘Visit Portugal’ sin daños graves aparentes, aunque el entrenador luso, piloto por unos días, prefería no valorar la jornada ante los medios. Abandonó la carrera que se había regalado por su 40 cumpleaños en homenaje a su tío Pedro, que participó en 1982 y 1984, en el kilómetro 156 de la especial. Había pasado tres etapas difíciles, pero sucumbió en la arena de la cuarta. Ya sin la luz del sol se le vio caminando por la base de
Overdrive con el gesto cansado, pero bien físicamente. Ahora quiere volver a entrenar en Europa. Quizás eso no le deje tiempo para preparar su regreso al Dakar.
Porque ya lo dice Sainz, “pobres amateurs” o Esteve, “quiero agradecer a Coma permitirnos etapas así”. Esta edición tan ‘africana’ del rally ha dejado hecha jirones la clasificación general por arriba, pero también por abajo, entre los humildes. Por ahora, los que quedan, que aún son muchos, sueñan con llegar a
La Paz y celebrar el día de descanso en la capital de
Bolivia descansando, valga la redundancia. De momento, la parada intermedia es
Arequipa, última estación en Perú donde la altitud ya se deja notar.