Las bajas lastran el efecto Calleja en el Submarino Amarillo
Llegan de caer en Copa del Rey
De haber ganado al Deportivo en lugar de empatar el pasado domingo, el Villarreal habría llegado al Bernabéu a tiro de superar al Real Madrid al final de la primera vuelta del campeonato. Tras un arranque irregular con Escribá, al que le costó la destitución, llegó Calleja y con él empezó un equipo con un juego alegre y con una idea muy clara, lo que le hizo reaccionar en Liga y clasificarse en Europa. Pero después le llegaron los problemas, sobre todo en casa.
Estaba el equipo amarillo ganando al Sevilla (26 de noviembre) por dos goles de ventaja, cuando se dejaron remontar de forma extraña (2-3). A partir de ese partido, el equipo ha bajado su rendimiento en el estadio de La Cerámica. Aunque ese bajón se compensó ganando fuera y haciéndolo en campos como el del Celta y Valencia, lo que le ha permitido mantener las plazas europeas. Pero el año 2018 ha comenzado con la eliminación de Copa y el empate con el Depor, resultados que no se esperaban.
Un bajón que sobre todo viene dado por las bajas y las ausencias, ya que son muchas y de peso. Jugadores como Andrés, Bruno, Semedo, Soriano o Sansone son casi fijos desde hace meses. Mientras que la venta de Bakambu ha dejado al equipo sin su goleador. Ello obliga a mantener un once que casi no descansa, lo que hace que el equipo no tenga frescura y se quede sin cambios de peso. Esos problemas se vienen solventando con jugadores del filial, que vienen cubriendo esas bajas desde la llegada del nuevo entrenador al banquillo.