“Un Dakar es un Dakar y tiene que ser duro”
Laia Sanz termina satisfecha el exigente inicio que ha dejado más de 70 abandonos. “Habrá que ver cómo influye el tiempo en Bolivia y el calor en Argentina, yo me quedaba otra semana en Perú”, dice
La Paz recibe al Dakar a 3.600 metros de altitud con frío y lluvia tímida, qué poco se parece el Altiplano al exigente sector peruano que durante cinco etapas tanto ha hecho sufrir a los participantes con dunas africanas en Sudamérica. ¿Demasiado duro? “Un Dakar es un Dakar y tiene que ser duro”, responde tajante Laia Sanz. La catalana llega al día de descanso cerca del top 15 (va 16ª), uno de sus objetivos del rally. Y sale contenta de Perú: “Me ha gustado mucho. Habrá que ver aquí en Bolivia cómo influye el tiempo y el calor en Argentina, que también puede ser realmente duro, pero yo me quedaba otra semana en Perú”.
El balance de las primeras jornadas es “bastante bueno”. “El martes no estuve bien, sabía que podía hacerlo mucho mejor, pero ya el miércoles me sentí más cómoda y pude coger más ritmo”. De lo que viene por delante: “Aquí nunca se sabe, quizás piensas que una etapa te va a ir bien y luego es un desastre”. Su KTM de 2018 es más pequeña, ágil y rápida que la versión anterior: “La moto va fantástica, me encuentro muy bien”.
Este Dakar será también un desafío para la marca austriaca, que perdió al vigente campeón, Sunderland, por un accidente que le afectó la zona lumbar. “Saldrá en las próximas horas del hospital y volverá a casa, es la buena noticia”, dice Alex Doringer. En total, ya se han superado los 70 abandonos en la 40ª edición del rally sumando todas las categorías, más de un 20% de los inscritos. “Un Dakar tiene que ser duro”, ya lo dice Laia Sanz.
“Aquí no se sabe, crees que una etapa te va bien y es un desastre”