Marcelo y la sangría del lateral izquierdo
Ver cómo los rivales se lanzan a la yugular del Madrid tras los descuidos o fallos de Marcelo es ya más que un clásico. Porque lo que debiera ser un automatismo defensivo (incrustar al mediocentro entre centrales y bascular) está mutando en automatismo ofensivo de los rivales: recuperación del balón y búsqueda de su banda. Es prácticamente seguro que no estará allí para defenderla.
Y seguramente no estará por diversas razones: por el peso ofensivo de los laterales del equipo, por falta de disciplina defensiva o por fallo garrafal. Con ese desequilibrio de partida tan evidente, los rivales necesitan poco más que algún movimiento de distracción y la ocasión está servida.
La banda izquierda está siendo, junto a la falta de acierto rematador, la sangría mayor en esta primera vuelta. La puntería puede irse corrigiendo, pero este fallo táctico no tiene otro camino que trabajo, trabajo y trabajo.
Fue en tiempos una máxima en el fútbol que los dos laterales no debían atacar a la vez. Y jugar con dos laterales tan adelantados quizás exija de centrales más expeditivos. Hay que ir preparando la eliminatoria de Champions contra el PSG y esa preparación no espera. Empieza ya.
Alberto Rodríguez
Burgos