Leganés sigue soñando
A falta de fútbol, Butarque se llenó de ilusión por hacer historia Hay ganas para el partido de vuelta
Detalle Victoria Pavón se mezcló con la afición en un día histórico
Leganés es diferente. Sus hitos van a contracorriente. Hacer historia un jueves es como casarte de chándal: apología de lo inesperado. No parece el día más brillante del calendario. Pero es en el que los pepineros se estrenaron en cuartos de la Copa. Raro. Como ver al Real Madrid jugar contra un Primera sin miembros de la bbC. Ayer pasó. Como que te abra la puerta de la tienda de un estadio el presidente. Presidenta, en este caso. También pasó ayer. “¿Tickets?”, preguntó despistado un guiri a Santi, el guarda del acceso a taquillas. Él le señaló la ‘Lega-Store’. Para allá que se fue caminando junto a Victoria Pavón, la mandamás del Lega.
“Hoy entro por aquí”, se justificó mientras daba paso al despistado turista. Imposible imaginar la escena con Florentino. O Bartomeu. Eran las 19:15. Para entonces en la colina de Butarque ya hacía dos horas que brillaban los focos del campo. No era lo único resplandeciente.
El recinto se iluminó con esperanzas. Soñar es de valientes. En el Leganés las casualidades no existen (Garitanismo dixit). Improvisado Teatro de los Sueños envuelto durante 90 minutos en niebla de panceta. El bar de la esquina hizo su agosto. Fútbol de toda la vida con horario premium.
¿Pero hubo fútbol? Escaseó, es verdad. La primera mitad fue un secarral de juego. Faltaba la chicharra cantando. En la segunda lo puso el Lega. “Eliminatoria en el aire”, que diría el tópico. Un amago de tostón cuajado de pequeñas batallas a tarascadas. La de Gumbau con Ceballos. La de Carvajal con Naranjo. La de El Zhar con Theo. Hasta hubo heridos: Jesús Vallejo sumó otra lesión a su historial.
La vuelta será distinta. Habrá más glamour. Menos panceta. ¿Saldrá Cristiano? ¿Toda la bbC? Quizá Zidane los necesite. Se jugará en miércoles. Bonita fecha para hacer historia, piensan en al sur de la capital. Aunque sea como siempre por estos lares. Dando la sorpresa. A contracorriente.