“El éxito de hoy parte de los errores que cometimos” Pako Ayestarán
Estadística Es fría y dura y será difícil que no se use como arma arrojadiza
➥ ¿Qué reflexiones hace de su estancia en Las Palmas?
—Fue una oportunidad a la cual accedimos con mucha ilusión pero que acabó antes de lo esperado. En el momento no parecía que daba para tomar esa decisión porque veníamos de un gran partido en Anoet.
—Las Palmas va por su tercer entrenador y de momento no mejora. Parece que el problema va más allá del banquillo…
—Difícilmente la solución de Las Palmas pasa sólo por un entrenador sin otros cambios estructurales. Las soluciones son mucho más profundas. Cuando un técnico tiene éxito o fracaso va unido al éxito o fracaso del club. La situación estructura del club debe ser la adecuada para que haya estabilidad y todo el mundo pueda sacar lo máximo.
—¿Ha sentido que le han dado demasiados palos?
—Sí porque da la impresión que mi historia empieza en mis cuatro jornadas de Valencia y mis siete jornadas de Las Palmas. Y mi historia es mucho anterior. Yo me dedico al fútbol desde hace 30 años. Mi historia comienza en el Beasain; luego como asistente, con Rafa Benítez, ganamos ligas, Champions… Posteriormente vuelvo a ser entrenador y estoy en un entorno de éxito en México e Israel. En Israel ganamos un triplete con el Maccabi, algo que nadie había hecho en 81 años. En Valencia, considero que salvar al equipo fue un éxito, en la situación que estaba. La situación estaba complicada pero eso no se analiza. Me parece injusto y me duele que sólo se valore esto aunque asumo que los resultados no han sido los adecuados. Sé que no tengo tanto crédito como otros entrenadores.
—Tras esa salvación, empieza una pretemporada muy dura…
—Me siento orgulloso que el Valencia me conociera y me firmara como entrenador para la siguiente temporada. La pretemporada fui muy inestable y tuvimos que atender a cuestiones que si el club hubiera estructurado de forma correcta, el entrenador no habría perdido tiempo. Había demasiados frentes abiertos que no hacían fácil el trabajo.
El exentrenador del Valencia y Las Palmas analiza sus etapas en los dos equipos y las circunstancias de sus despidos. También analizó el encuentro de mañana.
—¿Tiene cierta ‘envidia sana’ el hecho de que Marcelino sí ha podido realizar esa revolución en el vestuario que se pretendía en su etapa?
—Sí pero es muy importante llegar al adecuado en el momento adecuado. Hay una frase que me gusta mucho: ‘El éxito parte de errores corregidos’. El que este año el club tomara una serie de decisiones es fruto de todos los errores cometidos en el pasado. ¿Habría tomado algunas decisiones diferentes? Sí pero la decisión se tenía que tomar en algún momento y con la información que tenía, no con la que ahora tengo.
—¿Cree que los errores que se cometieron en su etapa le han servido a Lim para actuar de otra forma?
—Seguro. Porque los errores pasados nos sirven para tomar mejores decisiones en el futuro. Tal como estaba estructurado el club, era difícil que las decisiones fueran tan compartidas como ahora.
—Enzo Pérez. Usted le dio galones y este año se ha regalado al River Plate. Su salida es el icono del nuevo Valencia.
—La revolución va más allá de esta decisión. Los cambios han sido este año muy profundos que han hecho que el entorno sea diferente.
—¿Se siente partícipe de lo que es Parejo ahora mismo?
—Totalmente. Porque en aquel momento el club estaba por la labor de sacarlo. Yo fui una de las personas que confiaron en él. Porque no hay demasiados jugadores como él y me parecía un lujo desprenderse de él.
—¿Qué cambiaría de sus dos últimas etapas en los banquillos?
—No cambiaría nada. En ambos casos, la duda es de si en las condiciones que se daban si la decisión correcta era acceder al cargo. Pero es muy difícil decir que ‘no’ a un club como el Valencia.
—¿Cree que para instaurar su sistema se necesita de más tiempo del que se dispone en el fútbol actual? —Estamos con un síndrome de la inmediatez. Es imposible que tú generes cambios a corto plazo que permanezcan en el tiempo. No es mi sistema, en cualquier cambio que se quiera generar, necesitas tiempo. Pero ese tiempo normalmente no existe.
—¿Dónde se ve en un futuro?
—Es difícil. Tengo la fortuna de que disfruto con lo que hago. Pero si algo soy, es realista. Conozco las dificultades, las etiquetas es difícil quitártelas. Sé que va a ser difícil que surja un proyecto sin partir de una presión inicial: estuvo cuatro partidos en el Valencia y siete en Las Palmas perdiendo. La estadística es fría y dura y es difícil que eso no se utilice en el futuro como arma arrojadiza.
—¿Cómo ve el partido Las Palmas-Valencia?
—Si nos dejamos llevar por las trayectorias de uno y otro, la respuesta es obvia. Pero al final, en un partido hay que competir, independientemente de que el Valencia tiene ahora mismo una solidez grande.
—¿Ve al Valencia en Champions?
—Sí. Lógicamente aún hay trabajo por hacer pero las sensaciones, la solidez, el bloque tan junto. Será difícil verle fallar.