La falta de contundencia hizo daño
La falta de contundencia y la falta de concentración son términos que en el diccionario del Cholo están llenos de polvo por su falta de utilidad. Pero en cuatro días han salido a relucir, tanto en el segundo gol del Sevilla como en el empate del Girona. La ausencia de contundencia y concentración le hizo mucho daño. En un partido controlado por los de Simeone, después de atragantársele los equipos con cinco atrás, decidió utilizar a Lucas como tercer central pendiente de Portu, dejando a Vrsaljko y Carrasco en duelos personales con Mojica y Aday. El croata y el belga, solidarios y comprometidos, cumplieron con su cometido. Pero un pelotazo mal dirigido y la falta de convicción de Carrasco y Lucas para molestar a Bernardo provocaron que un solitario Portu se anticipara a seis rojiblancos en el área. Ahí se acabaron las posibilidades del equipo de vencer.
Sin Costa, el jugador con mayor influencia del equipo, y que sólo debe ser sustituido por problemas o en partidos solventados, el Atlético se quedó sin argumentos para poder complicarle la vida a un meritorio Girona. Los del Metropolitano han estado instalados en la excelencia defensiva en muchos partidos y, claro, un mínimo error adquiere un tamaño sobrenatural. Los números avalan a día de hoy a este Atlético de Madrid, pero a mí me deja más tranquilo cuando se pone el traje de pejiguero e incómodo, de ese equipo que se mueve bien en el otro fútbol y en el bostezo de los que no son rojiblancos.