La afición no quiere guerras, pero se olvida de Carrasco

Y ahora toca final en el Pizjuán

Ánimos. La eliminatoria estaba sentenciada y el foco estuvo puesto en la reacción de la hinchada del Atlético tras las palabras de Simeone acerca del futuro de Torres. Y una cosa pareció clara: la afición no quiere guerras internas, aplaudió y coreó a técnico y jugador a partes iguales. Parecía todo medido por parte del fondo sur del Wanda Metropolitano. La gente adora al Niño, por el que muchos siguieron siendo del Atlético en tiempos de crisis. El equipo vive una de las mejores etapas de su historia, pero hace años ser del Atleti era complicado. Y Torres fue lo único a lo que agarrarse. La gente quiere al Niño.

El banquillo. La grada también coreó el “ole ole ole Cholo Simeone”, consciente de lo que significa para el Atleti. Y en la grada, a la hora del bocadillo, Torres y Simeone estaban en boca de todos. También en el metro. Muchos no entendían el motivo de la controversia. Muchos no entendían las razones por las que Simeone no ha reiterado su apoyo al Niño. Pocos hablaron de Carrasco y su marcha a China. El belga no ha dejado huella.

Gameiro. El francés se coló entre unos y otros. Gameiro tiene hambre, ganas y está en racha. Marcó un golazo, un trallazo desde la frontal. Lleva nueve tantos. Gameiro se pudo haber marchado, no lo hizo y ahora ve recompensado su trabajo y su paciencia. Sabe que sus goles pueden ser importantes en el tramo decisivo.

Asistencia. Acudieron 44.035 espectadores, una entrada muy buena tras el 1-4. La Europa League sí importa. Es el torneo que toca y la gente quiere ganarlo. El Atlético hizo un partido correcto, donde otra noticia fue ver a Gaitán. El argentino tiene calidad de sobra, pero no supo aprovechar las ocasiones. A lo mejor ahora tiene más minutos.

Una final. El Atlético tiene ahora una final, la primera de las que le vienen. Visita el Pizjuán y necesita ganar para perseguir al Barça. Las cuatro patas de las que habla Simeone (dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y aficionados) deben estar mejor ensambladas que nunca. El Atleti se juega mucho y cualquier descuido puede ser decisivo.

Al alza Gameiro está en racha, tiene hambre y puede ser importante