Asenjo para dos penaltis y hace bueno el gol de Ünal
El portero detuvo los disparos de Ángel y Molina con 1-0
Asenjo decidió esta apasionante lucha por Europa. El portero, en perpetua fase de superación, detuvo dos penaltis al Getafe con 1-0 en el marcador que había estrenado Ünal y permitió al Villarreal maquillar un partido donde pareció estar tieso. La victoria permite al equipo de Calleja confirmarle en los puestos de privilegio tras un febrero aciago; un paraíso al que aspiraba el Geta, pero para el que le falta fútbol y acierto.
El Villarreal no está para gustarse, sin brillo ni piernas, así que se olvidó de su atrevido rombo en medio campo y dio prioridad a la consistencia en detrimento del desenfreno. Su plan se vio reforzado con el gol: Castillejo filtró con precisión un pase interior a Bacca, con el que el colombiano habilitó a Ünal en el segundo palo.
El tempranero tanto descolocó a Bordalás. Había apostado por un 4-2-3-1 sin Molina para intentar sacar petróleo entre líneas, así que de inmediato ordenó un 4-4-2 con Rémy de faro. Su equipo no mejoró. Al menos se encontró por el camino con un primer penalti infantil de Javi Fuego en el 35’ pese a que, se supone, ha llegado para aportar la experiencia que faltaba. Asenjo le permitió respirar aliviado. Detuvo el tímido lanzamiento de Ángel. Sánchez Martínez fue criticado por su decisión de castigar una jugada dudosa, por lo que hizo la vista gorda en el rechace cuando Jaume Costa volvió a saltarse las normas: hubo mano clara.
Bordalás veía que la opción de pelear por Europa se esfumaba, así que metió a Molina tras el descanso. Se la jugó con tres delanteros. El resultado fue inmediato. En su primera acción (50’) forzó otro penalti. Tan importante se vio Molina que le quitó el balón de las manos a Rémy para lanzar. Lo tiró igual de mal que Ángel y Asenjo lo paró igual de bien que antes, redondeando un verdadero partidazo. El Villarreal, desde entonces, reforzó sus mandamientos: a falta de brillo, esfuerzo. Si mejoró fue por Rodrigo. Qué manera de mandar. Escondió el balón al Getafe, que quiso pero no supo: no tiró entre los tres palos. Quizás ya sabía lo que le esperaba. Asenjo y sus reflejos.
Más polémica El Geta debió lanzar un tercer penalti: mano de Costa