El Zaragoza también despacha al Oviedo en su mejor tarde
El equipo aragonés llega lanzado al último tercio
En su actuación más brillante de la temporada, el Zaragoza despachó también al Oviedo y sigue lanzado a toda máquina. Ya es el mejor equipo de la segunda vuelta y ahora mismo parece en disposición de ganarle a cualquiera. Un gol de bandera de Borja Iglesias y otro en propia puerta de Forlín decidieron una trabajadísima victoria.
El Real Zaragoza viene de muy atrás y sigue aún lejos de todo, pero acumula cuatro triunfos seguidos en casa y cinco jornadas sin perder y si es capaz de ganar también en Los Pajaritos le habrá dado un vuelco absoluto a su situación cuando queda por delante el último y decisivo tercio del campeonato.
El Oviedo, bien armado atrás, le hizo el partido incómodo al Zaragoza toda la primera parte. Eguaras tuvo que enfrentarse a una presión en ocasiones agobiante, que dificultó la fluidez del juego, y a Borja Iglesias no se le dio un metro ni cuando recibía de espaldas. Es decir, que se jugó en pocos metros y con tráfico de mil demonios.
El Zaragoza le puso una marcha más al partido tras el descanso y empezó a comprometer al Oviedo con rápidas acciones por los costados. Borja Iglesias creció en protagonismo, lo mismo que Pombo, y por ahí se acabó de decantar el partido. Y el 1-0 no tardó en llegar. Fue un gol maravilloso que puso a La Romareda en pie: Eguaras envió un pase vertical a Buff, el suizo habilitó de tacón a Borja Iglesias y éste, tras zafarse de su marcador con un giro de cintura, batió al portero de un impresionante cañonazo. Era el minuto 69 y cuatro después llegó la sentencia: Pombo se llevó un balón dividido por insistencia entre cinco contrarios y en el barullo, Forlín envió el balón a su propia puerta.
Anquela, desconcertado por el doble mazazo, se jugó las bazas de Toché, Fabbrini y Yeboah, pero al Oviedo sólo le dio tiempo de acortar distancias en el último minuto.